Jade.
Creo que ya me excedí todo da vueltas no sé cómo puedo seguir de pie y creo que las alucinaciones ya comenzaron de manera más frecuente porque me pareció ver a Zack por aquí.
—¡Jade! — grita Melanie.
—¿Qué?
—¿Estás ebria? Bueno no importa ¿viste a Zack?
Al parecer no fue una alucinación.
—Creo, ¿se fue?
—Sí, lo quise detener, pero me ignoro.
—Imposible, tengo que ir por él.
Algo no suena bien ¿por qué se iría? Algo debió haberle pasado.
—Yo te llevo.
—No, tomaré un taxi. Quédate por si regresa o algo.
Melanie me mira un poco preocupada, pero accede, me acompaña a tomar un taxi cerca de la casa de Andrew. Siento como el efecto del alcohol va pasando gracias a la preocupación que me ha dado.
Bajo rápidamente del taxi y subo igual las escaleras del edificio, llamo con desesperación a su puerta. No abre y quisiera saber por qué, sé que está ahí, las luces del departamento están encendidas.
—¡Zack! ¡Ábreme!
Sigue sin hacerlo y golpeo más fuerte la puerta sin que me importe que los vecinos salgan.
—¡Sé que estás ahí! ¡Abre!
Por fin lo hace, sus mejillas están rojas y húmedas, su cabello esta alborotado, luce terrible, este no es mi Zack. Algo malo debió pasarle, doy un paso con los brazos extendidos, pero él se aparta.
—¿Qué ocurre?
—Quiero que te vayas— dice con la mirada fría y la voz quebrada.
—¿De qué hablas? ¿Qué paso? Por favor dime— intento tomar su rostro entre mis manos y vuelve apartarse bruscamente.
—Quiero que te vayas— vuelve a decir con la voz entrecortada—. No quiero verte, ya no.
—¿Qué quieres decir?
Una sensación horrible recorre todo mi cuerpo. Lo esta diciendo muy en serio.
—Lo que escuchaste. No quiero verte, ya no quiero saber nada de ti— comienzan a temblarle las manos y las aprieta en puño para que no lo note.
—Pero...— trago saliva con dificultad—. ¿Qué te hice?
Me da la espalda y se apoya en el sofá.
—No finjas, sabes muy bien lo que hiciste— dice con amargura.
—Zack. De verdad no lo sé.
—¡Por favor Jade! ¡Yo te vi! — ahora me mira directo a los ojos.
—¡Qué viste!
— ¡Vi cómo te besaste con alguien más!
No, eso no puede ser cierto.
—Te estas confundiendo.
—¡No! Yo sé lo que vi, eras tú besándote con un chico alto, de cabello alborotado y rubio.
Por mi cabeza comienzan a pasar pequeños flashbacks, Ryan y yo tomando, después bailando y luego... su rostro muy cerca del mío.
—Exacto— dice Zack como si pudiera ver lo que pienso.
—Zack yo...
—Vete— me interrumpe.
—Sólo déjame explicarte— trato de acercarme a él y se aleja más.
—No, no hay nada que explicar ¡yo confiaba en ti! Creí que todos se equivocaban respecto a ti.
Lágrimas comienzan a salir en ambos.
—Zack por favor ¡Tenemos planes! — no puedo evitar comenzar a sollozar.
—¡Teníamos planes! Que se acaban de ir a la... ¡basura! Gracias a ti.
Tomo su mano y él la quita con brusquedad.
—Vete, quiero olvidarme de ti, ya no quiero saber más de ti. Tú juego conmigo término.
—¡No estoy jugando contigo!
Abre la puerta, intenta no mirarme a los ojos, me duele tanto ver esos ojos llenos de lágrimas. Camino hacia la salida, con lentitud, con temor.
—¿Estás... seguro? — pregunto llorando.
No responde nada y cierra la puerta en mi cara. Regreso a casa llorando aún más fuerte, destrozada, ¿por qué siempre tengo que arruinarlo todo? Acabo de arruinar lo único bueno que tenía en mi vida, lo único que me hacía feliz.
Camino hacia mi cuarto y pegado en la puerta hay un cartel escrito con cursivas "memories", ¿qué es esto? Al abrir la puerta me encuentro con un montón de globos azules en el techo y de cada uno de ellos cuelga una foto, en algunas estamos mis amigos y yo, pero la mayoría son de nosotros dos.
Me doy cuenta como algunas tienen algo escrito al reverso. Tomo una donde solo estoy yo sentada en mi sofá dibujando en el cuaderno donde lo hago siempre, parece que tomó la fotografía desde su departamento le doy vuelta y leo lo que dice:
"Así era como yo te veía...
Y ahora te agradezco por dejarme ser parte de tus memorias"
Esto no puede ser, comienzo a llorar con fuerza otra vez, duele bastante. Sin pensar claramente las cosas me dirijo a su departamento, toco fuerte su puerta, pero no abre.
—¡Zack! ¡Por favor! Ábreme— no puedo dejar de llorar.
Necesito hablar con él, necesito regresar el tiempo. Me deslizo en la puerta lentamente rendida, cansada.
No sé en qué momento me quede dormida, la voz de Melanie me despierta y me levanta del suelo para llevarme de vuelta a mí departamento.
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TENÍAS QUE SER TÚ #1
Genç KurguDestino. Suerte. Coincidencia. Un castigo... Puede ser lo que hizo que las vidas de Zack Reynolds, un chico que vive ilusionado y Jade Wood, una chica que pensaba en todo menos en el amor, se encontraran. Provocando un torbellino de emociones en am...