CAPÍTULO 23

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Zack.

—Wow, ¿estás diciendo que tú y Jade...?

—Sí y también te dije que ya es mi novia— digo haciendo énfasis en esta última palabra.

—Eso no es importante, lo importante aquí es que tendrás que devolverme tu membresía del club de los vírgenes. Ya no formas parte.

—Claro...— respondo algo irritado, aunque conteniendo la risa.

—¿Y? ¿Cómo estuvo? — Anthony pregunta alzando una ceja y dándole un sorbo a su malteada.

—No, no pienses que voy a contarte.

—¿Por qué no? Vamos Zack, soy tu mejor amigo.

—Sí y no sé por qué lo sigues siendo— sonrío.

—¡Está bien! ¡No me cuentes! Qué mal amigo eres. A la próxima yo tampoco te contare nada.

Esa fue una de las mejores noches de mi vida, jamás quiero olvidarla y no quiero compartirla con nadie más, nos besamos hasta el alma, nos perdimos en la locura de nuestro amor. Algo que nunca había sentido. Fue magia.

—¡Hey Zack! Sigo aquí.

La voz de Anthony me saca de mis pensamientos.

—Lo siento, ¿y qué hay de ti y Mel?

De sus labios sale un suspiro de frustración y por la expresión que tiene creo que no le ha ido muy bien.

—Esa chica sí que me tiene confundido, un día todo está perfectamente bien y al otro es un caos.

—Ese caos te encanta.

Comienza a reír.

—Probablemente. Pero cambiando de tema, ¿ya enviaste tu solicitud para la UCLA?

—Sí, esta mañana fui con Jade.

—¿Ella también va a ir a esa universidad? — pregunta con asombro.

—Sí, ya comenzamos planear un pequeño futuro juntos.

Desde hace unas semanas hemos estado hablando de lo que haremos después de graduarnos, ambos iremos a la Universidad de California en Los Angeles, rentaremos un pequeño departamento y pienso que seremos felices.

—Zack, no me lo tomes a mal, pero dime que también existe un plan "B".

—Oh, ahí vas otra vez, ¿qué después de este tiempo no te ha quedado claro?

—La verdad...

—Olvídalo— me levanto molesto de mi asiento y salgo de la cafetería sin darme cuenta que Anthony viene detrás de mí.

—¡Zack! ¡Zack espera!

Me detengo frente a la camioneta cruzándome de brazos, me molesta que mi mejor amigo no esté apoyándome como se supone que debería de hacerlo.

—Lo siento, ¿sí? Solo trata de entenderme. Eres como mi hermano menor, me importa que seas feliz.

—Pero no crees que llegué hacerlo con Jade— añadí—. Solo confía en mí.

En su mirada parece haber duda, se rasca la cabeza como si estuviera analizando la ecuación más difícil del mundo, pero solo son mis palabras, y después asiente una y otra vez, creo que halló una respuesta.

—Cuéntame todo, mientras te acompaño por su regalo de cumpleaños.

—¡Perfecto!

Dentro de tres días será el cumpleaños de Jade lo que me tiene muy emocionado, espero que le guste el regalo que planeo darle y que Anthony pueda confiar en ella de una vez por todas. Nada me haría más feliz que mi ahora novia y mi mejor amigo puedan llevarse bien.

Jade.

¿Qué hago aquí? ¿Qué hago aquí? Maldita sea. ¿Qué haces aquí Jade? Jamás debí aceptar esa invitación, ha sido una mala idea mentirles a todos para estar aquí, en especial a Zack.

Debo irme, me levanto de la pequeña mesa y me dirijo a la salida, empujo la puerta de la cafetería sin cuidado, sin darme cuenta de la persona que estaba por entrar.

Tiene el cabello más corto, peinado de una forma distinta, incluso está más alto y joder, su sonrisa.

—¡Jade!

—Ryan— balbuceo—. Tengo que irme— respondo recuperándome.

—¿Qué? Pero creí que...

—Adiós Ryan— salgo del lugar y comienzo a caminar lo más rápido que puedo. Pero que tonta he sido.

—¡Jade espera! — grita detrás de mí, intento apresurar el paso—. Hey detente— me toma del brazo para detenerme y yo me aparto con brusquedad, ¡cómo me alcanzo!

—¡No me toques!

Me suelta y alza las manos en señal de rendición.

—Ya. Perdón, creí que...

—Nada Ryan, haber venido aquí fue un error. Y como te dije en la llamada todo ha sido un error.

—Y como yo te dije quiero solucionar las cosas, así que volvamos a la cafetería y...

—¿Solucionarlo? ¿Ahora piensas solucionarlo? — volví a interrumpirlo—. No hay nada que solucionar, eres un idiota, mentiroso e hipócrita.

Al fin lo tenía enfrente para decirle lo que siempre había querido. De su rostro se borró la estúpida sonrisa que traía, cuanta satisfacción me causa eso.

—Está bien, tienes razón. Lo lamento.

—Ahórrate tus disculpas— lo empujo para apartarlo y seguir mi camino.

—Jade, tienes que saber que me arrepiento.

Su comentario solo hizo que mi enojo aumentara y regresara hacia donde estaba él parado.

—¡¿Arrepentido?! ¿Después de tres años te arrepientes?

—Créeme que sí, por eso he venido.

—¿Se supone que debo creerte? Por favor Ryan, no soy la misma chica tonta que conociste. Ya olvidemos todo— vuelvo a empujarlo, pero ahora no se movió, sigue igual de fuerte.

—Eso lo sé. Me contaron todo— me mira seriamente.

—Qué bueno, no me interesa— sigo caminando, él no me sigue, como siempre. Aunque no debería importarme.

—Si quisieras olvidarlo todo como dices, no estarías aquí— grita a mis espaldas mientras me alejo.

—Espera... espera ¿Ryan West? — pregunta sorprendida Melanie—. ¿Tu ex?

—Él.

—¡Jade! — exclama con desagrado.

—Lo siento, no sabía lo que hacía.

Sí sabía, sólo que me cuesta admitirlo, odio aceptar que soy culpable de algo, odio aceptar que me equivoque. Si lo hice fue porque quería ver el rostro de la persona que más me ha decepcionado y decirle "mírame, lo superé, ¿Y sabes qué? Estoy mucho mejor sin ti" pero al verlo, todo lo olvide, mi mente no procesaba muy bien lo que quería hacer o decir. Debí darle un golpe en la cara como siempre lo imaginé, ¿por qué no lo hice?

—Recuerda que ahora tienes a Zack.

Zack, mi Zack, el chico que está dando todo por nosotros, yo debería estar concentrada en cómo responderle de la misma manera y no estar pensando en el idiota de Ryan, porque si llego a fallarle a Zack, no sé lo que haría.

—Y sobre la fiesta ¡ya tenemos todo listo! Tenemos que ir a la casa de Andrew para que lo veas.

—¡Claro! Vamos.

TENÍAS QUE SER TÚ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora