Jade.
Aquí estoy, en medio de la oscuridad sin darme cuenta antes de la gran fortuna que es tener a alguien que te quiera de la misma forma en la que tú lo quieres. Y aquí está él, abriéndome su corazón, mostrándome su infinita belleza a través de sus ojos. Escuchando el latir de su corazón y al hacerlo sentirme segura.
—Debemos irnos.
—¿Qué?
—Solo sígueme— me separo de él y lo miro directo a los ojos—. Por favor.
Con su brillante sonrisa baja rápido del auto para ayudarme a bajar a mí y luego está a punto de poner en marcha el auto cuando comienzo a besarlo, espero que sea cierto eso que dicen, que lo improvisado sale mejor.
Cuando nos separamos, me mira con curiosidad, pero no dice nada, vuelve a tomar mi rostro entre sus manos y continua. Me quito el cinturón de seguridad y luego le quito el suyo.
—Jade ¿qué ocurre? — dice cerca de mis labios.
—Sígueme.
Me muevo hacia la parte trasera del auto, al fin ahí ya estaba todo lo necesario para que pasáramos toda lo noche. Zack intenta seguirme al mismo ritmo, pero su altura no lo ayuda mucho y se golpea la cabeza con el techo, suerte que lleva puesto un gorro de lana, eso seguro ayuda a que le duela menos. No puedo evitar reírme.
—No fue gracioso.
—Lo fue— respondo.
Para callar su risa comienzo a besarlo y los besos se vuelven más lentos, quito el desgastado gorro de lana de su cabeza al mismo tiempo que hundo mis manos en su cabello, él toma mi cintura y me atrae más hacia su cuerpo.
—¿Qué está pasando? — pregunta en voz baja.
—Shh... Sólo sé que necesito más de ti— respondo mientras vuelvo a tomar sus labios con los míos.
Entonces sin pensarlo demasiado toma mi rostro entre sus manos y sus besos se vuelven más desesperados y al mismo tiempo torpes, como los míos. Me aparto un poco para quitarle primero su suéter seguido de su camisa, después de desabrochar uno a uno los botones siento que una ola de nervios me golpea, es extraño, he visto a tantos chicos de esta manera... semidesnudos, pero viendo a Zack, siento un nido de mariposas moviéndose dentro de mí. Quedé hipnotizada al ver lo que tenía enfrente, era realmente hermoso, un cuerpo definido, perfecto, que brillaba por lo único que nos alumbraba en ese momento: la luz de la Luna, como la primera vez que lo vi en la oscuridad.
Comienzo a acariciar su abdomen con uno de mis dedos y luego voy subiendo hasta su pecho que sube y baja agitado. Quiero aprender cómo es cada parte de él y jamás olvidarlo.
—Jade, yo nunca antes...
—No digas nada, yo también estoy nerviosa— confieso mirándolo a los ojos.
Zack.
Mis manos tiemblan mientras intento quitar la blusa de tirantes que lleva puesta. No paramos de besarnos, pequeños jadeos salen de su boca cuando comienzo a besar cada centímetro de su piel y cuando por fin nos tumbamos en el piso de la camioneta.
—Prometo que no voy a lastimarte nunca— digo mientras me despojaba de las prendas que aún tenía puestas. Esta promesa sé que va más allá de todo.
No responde nada y sus movimientos son los que hablan, los que me dicen que me quieren en todos los sentidos posibles, mientras que mis sentidos estallan entre jadeos, caricias y más besos. Todo tiene otra forma, una nueva dimensión, no quiero soltar este sentimiento nunca.
—Te amo Zack— dice después de un rato, quitando los mechones empapados de sudor de mi frente.
—Te amo Jade.
Jade.
No estoy orgullosa de lo que he sido y menos de lo que he hecho. Haber estado con varios chicos es una de ellas, pero ninguno nunca podría igualarse a él. Fue tan... especial, jamás me había entregado a alguien por amor, siempre era solamente por satisfacción o por alguna apuesta, y la única vez que lo había hecho por amor la otra persona no sentía lo mismo que yo.
En cambio, con Zack... todo existía, amor, deseo, ternura, respeto. Fue todo un caballero, tan delicado, tan nervioso, con sus manos inexpertas y labios torpes que solo alborotaban las mariposas de mi interior.
Si así es como deben ser y sentirse las primeras veces, entonces también quiero que esta sea mi primera vez.
Lentamente comienza a despertarse.
—¡Buenos días amor!
—Hola— responde entre sueños todavía, de una forma no tan ruda lo golpeo con una almohada. A veces puede ser demasiado dormilón.
—¿Hola? ¿Así saludas a tu nueva novia? — vuelvo a golpearlo con la almohada.
—No, no, ya está bien. Buenos días mi amor.
—Así está mejor.
Comienza a reír.
—Levántate, debemos regresar con los chicos.
—En un segundo.
—Sí, claro— salgo riendo del auto—. Te espero afuera, necesito estirarme.
Aprecio una última vez el paisaje que esta frente a nosotros, no sé cuándo volveremos, así que debo aprovechar. De repente mi teléfono comienza a sonar, creí que no habría suficiente señal aquí, lo saco de mi bolsillo y veo en la pantalla el nombre, ¿desconocido?
—¿Hola?
—Hola Jade.
Mierda...

ESTÁS LEYENDO
TENÍAS QUE SER TÚ #1
Teen FictionDestino. Suerte. Coincidencia. Un castigo... Puede ser lo que hizo que las vidas de Zack Reynolds, un chico que vive ilusionado y Jade Wood, una chica que pensaba en todo menos en el amor, se encontraran. Provocando un torbellino de emociones en am...