Memorias de una groupie.

6.

☞6.

☞Canciones de este capítulo:

·Cocaine de Eric Clapton.
·All of your love de The Rolling Stones.
·Heartbreaker de Led Zeppelin.

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☞[Reproduce Cocaine de Eric Clapton]

Jade otra vez acompañaba a Mick a todas partes, y es que Jagger quería evitar peleas, no quería que se quedarán solas de nuevo y que pelearan, y menos a los golpes, por lo que decidió que tener a Jade sería bueno.

Mientras ella salía de la escuela, a veces Tom Keylock iba por ella y la llevaba al estudio. Ahí se ponía a hacer sus tareas, aunque siempre que se trataba de matemáticas esperaba a que Mick se desocupara para poder pedirle ayuda. Keith comenzaba a verla con más interés, pero no era el único. Brian Jones ya también lo hacía, se acercaba a ella y solía sacarle plática. Si bien Mick no era celoso con Brian, había una línea que había puesto, y si Jones la cruzaba iban a haber problemas.

Siempre que la veían llegar era emocionante, contaba chistes o los hacía reír con sus ocurrencias. De alguna forma evitaba las peleas constantes que solía haber, era ese arcoíris después de la tormenta.

Cuando terminaba las tareas, se acercaba a verlos, la armonía que tenían en esos instantes era algo fascinante. En una ocasión se le ocurrió llevar una cámara de polaroids, y cuando algo llamaba su atención tomaba fotos de ellos. Pero no tardó en notar que solían haber más fotos de Keith que de Mick.

Al inicio era algo que ignoraba, pero después tenía fotos de Keith guardadas en sus libretas donde Mick no iba a buscar. Keef siempre se acercaba a sacarle plática cuando se salía a fumar, donde su humor negro y chistes de doble sentido podían salir con naturalidad, así como hablaban respecto a la música. Jade veía con admiración a Keith, y en una ocasión, él había salido con una guitarra acústica que estaba segura era de Brian.

—Va a enojarse si descubre que la sacaste. —le sonrió, mirándolo mientras se recargaba en la pared. Keith se había sentado tranquilamente en el suelo, afinando.

—Solo si abres la boquita. —le guiñó, riendo al ver como se le coloraban las mejillas. Una vez estuvo seguro de que estaba afinada, comenzó a mover los dedos en las cuerdas, mirando a Jade. Se estaba empezando a hacer ideas con ella, y ya no sólo eran en la cama —. «Mi bella mujer, llévame contigo esta noche» —era una balada española que su abuelo le había enseñado muchísimos años atrás, y le dijo que sólo la cantará a la mujer que le hiciera perder la cabeza.

Jade sabía algunas cosas en español, al menos la escuela a la que asistía enseñaba algo del idioma y entendía lo que quería decirle. Esta vez su sonrojo ya no era por un chiste en doble sentido, no. Ahora sentía esa sensación de que la habían descubierto infraganti.

Cuando Keith acabó le guiñó. Él no podría ser tan aclamado como Mick, pero era mucho más romántico que ese cabrón. Suspiró y volvió adentro, si no lo hacía Mick iba a sospechar y era lo que menos quería.

Jade sentía ese sentimiento también, ese fuego que solamente Keith podía provocarle a veces, pero estaba con Mick, eso no podía ser, ¿o si? La duda ahora iba a empezar a consumirla.

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Estaba acomodándose la ropa para una fiesta. Sería en casa de Keith, y claro, iba a llegar con Mick. Marianne se había ido esa noche, porque llevaría a Nicholas con su padre. Sabía que esa noche iba a tener uno que otro reencuentro con viejas conquistas y eso la ponía nerviosa. Mick obviamente sabía que era una groupie que llegó demasiado lejos, pero no sabía exactamente con quién se había metido.