19.

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☞19.

☞Canciones de este capítulo:
·Fue de Soda Stereo.
·Corazón delator de Soda Stereo.
·Should I stay or should I go de The Clash.
·Foolin' de Def Leppard
·Hello it's me de Todd Rundgren.

Gracias por los 7k, no sé en qué momento pasó pero esto no sería posible sin ustedes. Como recomendación, para Corazón delator sugiero la versión de los 11 episodios sinfónicos de Cerati. Sin más, disfruten ♡♡♡.

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☞[Reproduce Fue de Soda Stereo]

—Mo grá. —le sonrió Jade, acariciandole el pecho, sintiendo como la abrazaba contra él.

—¿Qué es? —la miró curioso, acariciandole el hombro como solía hacer, antes de humo entre los dos.

—Mi amor. —lo acercó, dándole un beso, acomodándose sobre de él.

Solía decirle a Keith algunas palabras en su idioma, estaba abriéndose poco a poco, le mostraba más, y aunque muy poco, sabía que era parte de lo que lo tenía encantado. El misterio a su alrededor. Estaban en el inicio de Abril, la calidez los recibía en cada encuentro, aunque eran momentáneos eran lo suficientemente memorables como para siempre buscar más. Jade sabía perfectamente que estaba mal, sabía que la usaba. Sí, y aún y con eso era cegada por lo que sentía; y desde que le sacaron los puntos a Denisse regresó a Cheyne Walk.

—Deberías cantarme así cuando estoy bombeando. —mostró los dientes al sonreír, con esa nube de humo saliendo otra vez, paseando su pulgar entre sus labios.

—A lo mejor, a lo mejor. —besó su pulgar, antes de entrelazar sus manos y sentarse a piernas abiertas sobre de él, pero con la sabana enredado en las caderas.

—Dejame quedar un rato más. —la rodeó por la cintura, acariciando su vientre, con su índice.

—Mi diente de león se niega a volar. —le tomó de los hombros, agachandose para besarle la frente.

—El mío me enseñó a tener la raíz bien fuerte. —se sentó, para quedar más cerca, dejando que tomara el cigarrillo.

—Vale, dejame ver que hora es. —dio una calada, acercándose a él buró para tomar el reloj que él llevaba. Marcaba las dos en punto, tenían una hora más.

—¿Y? ¿Mi amor me deja quedarme otro poco más? —la abrazó cuando volvió a estar frente a ella, acariciandole la espalda.

—Sí, hora y media más. —metió las manos en su cabello oscuro, dejando besos rápidos, uno detrás de otro.

—Amo los putos sábados. —la dejó caer sobre de su cuerpo, antes de rodar entre las sábanas con ella.

Platicaron, divagando entre diferentes temas. Jade gustaba de escucharlo, era interesante saber de él, a veces era mucho más cariñoso.

—¿Puedo preguntarte algo? —le acarició el cabello, dejando que le abrazara, acurrucado en su pecho.

—Sabes que sí. —tomó su mano.

—Cuando estuviste en prisión, ¿tuviste miedo? —tendía a recordar esos días donde tanto él como Mick fueron arrestados.

—Al inicio sí, es algo desconocido, no sabes lo que vas a encontrar ahí dentro. —dejó que ella le acariciara el cabello, era un gesto que le agradaba -. Pero me dejaron estar ahí con los demás y vaya que tenían droga, pude haberme pasado toda la condena como si nada.

—No digas eso. —negó, separándose para sentarse.

—Bueno, a lo mejor y no. —se sentó a un lado de ella, pasándole el brazo por los hombros —. Porque ahora no vivo sin estos sábados.

Memorias de una groupie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora