Memorias de una groupie.

15.

☞15.

☞Canciones de este capítulo:

·You're my best friend de Queen.
·Pish de Brian Jonestown Massacre.
·What is and what should never be de Led Zeppelin.
·Season of the witch de Donovan.

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☞[Reproduce You're my best friend de Queen]

—¿Mick? —habló Jade al teléfono, nerviosa, mirando a Denisse esperar desde fuera de la cabina. Aún hacía frío y prometió no tardarse.

—¿Dónde te has metido hoy, lindura? —habló una vez más con ese tono coqueto.

—Quería decirte que... Me quedaré a dormir con Denisse, es que mañana iré al doctor. —suponía que no era buena idea decirle a dónde y menos por teléfono.

—¿Todo está bien? ¿Te ha ocurrido algo? —su tono de voz cambió mucho, como si estuviera preocupado.

—No, no, cariño, solamente es una revisión de rutina, nada de más. —sonrió mientras que Denisse le hacía señas de que no se tardara —. Portate bien.

—No prometo nada, muñeca. —lanzó un beso, antes de que Jade colgara. Ella solo rodó los ojos y soltó una risita fingida.

Pronto salió y fue junto a Denisse a comprar cosas para la cena de ese día. Caminaban tranquilas mientras hablaban sobre algunas combinaciones de ropa, aunque escojían colores diferentes. Jade siempre hacía a Denisse elegir colores claros por lo bonitos que podían verse en su piel oscura.

Luego de comprar los ingredientes para hacer pasta regresaron a casa. Jade se encargó de hacer la salsa y Denisse de los fideos. Una vez con todo hecho sirvieron los platos. Trataba de mantenerse ocupada, para evitar ponerse nerviosa por lo del día siguiente.

Habían hecho la llamada al doctor poco después, y aunque sentía el apoyo de su amiga, también sentía el temor de que las cosas salieran mal. Pronto sólo se recostó en la cama y se abrazó a sí misma, acurrucandose ahí en las cobijas. Se sentía inquieta, quizá por los nervios; se lo había pasado dando vueltas en la cama y creía que Den estaba dormida pero no.

—¿Pasa algo, Jade? —murmuró con la voz un poco ronca.

—Estoy muy nerviosa, Den, si algo sale mal, o si me juzga… no sé qué hacer. —miraba al techo, observando aquel póster de Muddy Waters que estaba sobre ellas. Se sentía demasiado ansiosa.

—Ven. —la morena se acomodó en la cama, invitándole a abrazarla. Jade la miró y se acurrucó con ella. Denisse era como su hermana mayor —. Es el momento de perder el miedo, es por un bien mayor, sí, da miedo, no es lo mismo tener a alguien entre las piernas para algo de acción que para una revisión, pero, mira el lado positivo, vas a saber si todo está en orden o si hay algo mal ahí. —le acarició el cabello, en son de calmarla —. Si perdiste el miedo para irte a meter a la boca del lobo puedes perderlo para hacer esto.

—Sí, solo, me asusta, ¿sabes? Pensar en qué si hay algo malo… —aquello la hizo estremecer.

—No lo hay, y si lo hay vamos a actuar a tiempo. —le acarició el cabello, dándole un beso en la frente.

Jade asintió y se acurrucó mejor. Pronto se había quedado dormida, ahí entre los brazos de Denisse. Esos eran los brazos correctos y deseaba que durarán para siempre. Porque aunque eran tan diferentes, Denisse era su hogar, su verdadero hogar. Ella nunca le había hecho daño, no la había lastimado.

Por la mañana fue al baño antes que Denisse, inhalando un par de líneas para poder avisparse, había olvidado sus pastillas y se resignó a levantarse con un par de rayas de coca.