Lᴏᴠᴇ ɪs ɴᴏᴛ ᴏᴠᴇʀ // Kookmin

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— ¡Jacob! — Ambos sonrieron tan contesto por verlo después de tanto. No dudaron en abrazarlo, y el contrario los recibió con gusto.

— ¡Jimin! ¡Jungkook! Ha pasado tanto tiempo, se habían olvidado de mi ¿cierto? — Río levemente junto a ellos.

— Pero claro que no, nos hubiera encantado poder contactarte antes.

— Lo se, lo se, igual nunca iban a poder. La gente cree que es fácil dirigir un teatro — Sus ojos de desviaron a un pequeño niño que se escondía detrás de sus padres — ¿Mis ojos ven bien?... ¿Ese es el pequeño bebito que alguna vez conocí?

Ambos jóvenes asintieron.

— Soobin, no vas a recordarlo pero Jacob te cargo alguna vez cuando eras bebé — Dijo Jungkook, y el pequeño se acercó a saludarlo de forma debida.

— Vaya, has crecido tanto. Solo te pude ver cuando aún usabas pañales, desde que tus padres se volvieron para Corea no supe más de ninguno.

— Debemos disculparnos por eso — Jimin habló.

Jacob los invito a entrar por fin a su hogar, los llevó hasta su sala donde plaricarian.

En de él pasillo de entrada habían un par de fotos enmarcadas decorando una bonita mesita, una de esas fotos era de Jimin el día que ignaguro oficialmente su nuevo teatro y había dejado a todos los presentes sorprendidos. También había otra donde todos los que participaron ese día estaban juntos, incluso Jungkook.

— Vaya, aun lo conservas — La voz de su papi Jungkook lo hizo quitar la mirada de esas fotos y dirigirla a donde el veía. Esa hermosa obra hecha por las manos de Jungkook, logrado por la inspiración que le brindó su amado esposo — No lo recordaba tan grande.

Su pintura adornaba la gran sala, era el atractivo principal, cada visita de Jacob se maravillaba con verla.

— La ame en cuanto me la mostraste, te pedí que me impresionaras pero superaste mis expectativas y por mucho — Sonrió orgulloso de poseer ese único ejemplar.

Eran varias siluetas dibujadas, algunas pequeñas, algunas más grandes, se distingue apenas algún rostro, aquellas siluetas podrían verse casi bailando, en el fondo el gran escenario. Jungkook había pintado lo que vio en cada ensayo, y claro, aquellas siluetas eran de un joven Jimin.

Simplemente increíble.

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Habían charlado de tanto que la tarde ya les había caído encima. Jacob los apreciaba tanto a ambos.

Los invito a comer, no podía negarse de todas formas porque ya estaban ahí. Pará ser buenos invitados, Jungkook y Jimin ayudaron en la cocina mientras Jacob acomodaba su mesa.

Ahí fue cuando el pequeño Soobin se acercó para hablarle.

— Usted es buen amigo de mis padres.

Volteo a ver al niño y sonrió. No le había hablado antes en toda esa tarde — Lo soy, creo que si.

— ¿Sabe usted qué mis padres se van a divorciar? — Su voz se oía triste, eso quería. La cara que puso Jacob de sorpresa le contestó su respuesta.

— ¿Qué? ¿Divorciarse? — Vio al pequeño asentir con tristeza.

— No me agrada nada esa idea, pero creo que nada cambiará su decisión. Por eso les pedí venir aquí.

— ¿Tu les pediste venir a Canadá? —Se sentó junto al menor en la mesa, toda su atención estaba en el.

— Si, yo quería un último viaje en familia antes de que ellos... Harían lo que fuera para que no me sienta tan mal.

— Oh, pequeño Soobin. Todos harían lo que fuera para que un lindo pequeño como tú no se sintiera tan afectado por algo así — Le sonrió con consuelo.

— ¿Incluso usted? — "Mordió el anzuelo". Pensó el pequeño.

Asintió aún sonriendo — Incluso yo... — Esa mirada curiosa del menor le interesó mucho — ¿Necesitas qué yo haga algo? — El menor asintió — ¿Qué necesitas?

Suspiró — Verá, para serle sincero creo que mis padres están siendo unos tontos — Ese tono de tristeza que tenía antes en su voz se esfumó, algo que dejó perplejo a Jacob al verlo tan normal ahora — He hecho un plan para que ellos se dieran cuenta de eso y no comentan esa tontería. Por favor señor Jacob, necesito su ayuda para esta parte de mi plan — Se acerco al oído del mayor para susurrarle lo que pedía de él.

A Jacob le sorprendió tanto ese pequeño.

— Eres un chiquillo muy listo ¿sabias? — Le había convencido, ayudaría con aquello.

— Lo se, todos lo dicen — Sonrió.

No pudo evitar reír un poco — Bien, cuenta conmigo entonces pequeño. Si lo que dices es cierto ayudarías mucho a tus padres.

— Eso es lo que quiero.

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Era un chiquillo tan listo y convincente. Namjoon no entendía como logró que Jacob se metiera igual al plan, y toda la agencia de Jimin también, quienes habían aceptado mover su obra a Canadá con Jacob sólo para cumplir parte del plan. Además de que sabían que Jimin era muy amado allá al igual que Jungkook.

— ¿En serio te convenció así de fácil?

— Es un chiquillo, dolido por la separación de sus padres. La verdad es que actuó muy bien, no pude negarme.

Namjoon soltó una pequeña carcajada. Su sobrino era sorprendente — Es más maduro que sus dos padres juntos, me sorprende que aún con esa tristeza que siente se atreva a querer lograr algo así.

— Me hizo emocionarme con la idea, ya me lo imagino en el escenario. Oh, ¡Será tan genial!

A Jimin y a Jungkook les esperaba una gran sorpresa.

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