Por si en ningún momento se aclaró, Namjoon es un reconocido abogado, mucha gente acude a él cuando se ven en la necesidad de contar con la ayuda de un buen abogado.
Se suponía que él vería los papeles del divorcio, él debía pedirlos porque él era el abogado de la pareja que se encontraba mal. Lo que esa chica hizo no tenía ningún tipo de perdón.
— En definitiva son falsos, no tengo idea de donde los consiguió porque no son de los falsos comunes. Contiene muchos datos que realmente poseen los papeles de divorcio reales — Le habla a su pequeño sobrino, sabía que le entendía a la perfección lo que decía. Namjoon había llegado fingiendo que quería salir a comer con la familia, Jungkook y Jimin no estaban bien, así que prefieron dejar que Soobin saliera con él mientras ellos se quedaban solos — Conseguir esto es tremendamente ilegal.
— Es una mujer muy mala — Dentro de esa cabecita tan inteligente había aun tanta inocencia — Papi le conto a papá lo que ella le había dicho, le dijo que papá los había pedido y que le había pedido que los trajera pronto. Pero papá nunca la llamó en ningún momento, estoy seguro de eso.
— También lo estoy, tu papá estaba más ocupado babeando por Jimin — Suspiro y dejó los papeles sobre la mesa mientras Soobin se bebía con ganas su batido helado. ¿No le estaba doliendo su cabeza por eso?
— Entonces... — Acabo su batido y mordió su galleta — ¿Qué haremos con ella? todo se estaba arreglando sólito entre mis papis, ya no necesitaban de un empujón.
— Pues es obvio que voy a buscarla, ponerle una demanda, pero antes debo hablar con tu padre.
Asintió en acuerdo — ¿Podemos ir de compras? ¡Quiero ir de compras! — Sonrió contento. Namjoon nunca entendía los estados tan cambiantes del pequeño.
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La ducha debe ser mágica o algo, porque cuando Jungkook se dio el tiempo de pensar sobre aquello de lo que tanto se arrepiente se dio cuenta de un detalle.
Recuerda haber tomado, quizás más de lo debido. Recuerda haberse sentido tan relajado en un instante pero un par de tragos de Wisky no logran eso tan pronto. Luego recuerda...
Realmente no lo tiene seguro, hay partes oscuras, pero recuerda a Sook sobre su cuerpo, ella desnuda y el también desnudo.
Cuando se levantó en el sofá de su oficina sintió un cuerpo pesado sobre su cuerpo, pero fino a la vez. No era Jimin, no era el hermoso cuerpo de su esposo. El verse desnudo y al ver a Sook desnuda sobre él entendió que durante la noche ocurrió algo que nunca quizo. Al instante se sintió terrible, aunque al intentar recordar todo no pudo llenar los espacios vacíos que habían.
¿Lo había hecho? ¿En serio era así?
Claro que lo era, la humedad en su zona baja lo confirmaba. No eran fluidos suyos, eran de la chica que descansaba sobre él. No había rastros de su semilla en ninguna parte, el cuerpo de una mujer no lo excita tanto como lo hace el de su esposo, quizás ni siquiera tuvo una erección.
Sintió tanto asco. Aquello fue abuso.
Pero por Dios, su Jiminie quedaría devastado. Se sentía tan culpable y horrible consigo mismo.
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— Puedo jurarte lo que sea, lo que me pidas amor, porque aquello fue así.
Al fin habían hablado, por fin tenía ese tiempo. Jungkook quedó tan en shook por lo que escucho. Y tan aborrecido por desconfiar.
— Debí despedir a Sook, mucho antes, desde que empezó con su jugueteo — Suspiro y se acercó a su esposo abrazandolo de nuevo — ¿Puedes perdonarme? ¿Puedes creer todo lo qué te he dicho?
— Y-yo... — Seguía devastado, le creía, claro que si. Jamás debió desconfiar de su esposo pero con lo ocurrido años atrás le fue inevitable — Lo siento tanto.
— No, no yo lo siento tanto precioso.
Una disculpa mutua era lo que necesitaban por el momento.
Porque aquello no era suficiente, la supuesta infidelidad solo había sido el detonante, aún habían cosas que los hacía cuestionarse si su tiempo juntos había acabado. Las cosas aún no se aclaraban del todo.
Negó y se aferró a su esposo, no quería separarse de sus cálidos brazos y su pecho tan acogedor — Debo disculparme también cielo, por tantas cosas que han ocurrido en estos años... N-no nos hem-... — El celular del menor comenzó a sonar sobre la mesa.
El mundo entero debería joderse, nunca pueden acabar bien una platica que ambos necesitan.
Con tanta fuerza de voluntad se separó de su esposo para tomar su celular y ver quien llamaba, sí hubiera sido otra persona lo deja ahí, pero a Jacob nunca le dejaría una llamada colgada — Jacob, hola... — Se había limpiado sus lágrimas e intentaba escucharse tranquilo — Claro, no hay problema... — Sonrió levemente — ¿Se me nota mucho? Pues si, si interrumpirte algo. Estoy a solas con mi esposo ¿Tu qué crees? — El hombre al otro lado de la línea se hecho a reír y pidió disculpas — No hay problema, nos vemos entonces.
Escuchar lo último antes de la despedida le hizo sonreír. No tardo ni dos segundos en volver a acurrucar a su esposo entre sus brazos — ¿Qué te a dicho?
— Quiere que vaya al teatro otra vez, tiene en mente añadir algo nuevo a la coreografía — Sonrió perdido por esos hermosos ojos, su esposo era tan guapo, tan perfecto. Le gustaba acariciar su mejilla también.
— ¿No puede esperar hasta mañana? Me encanta tenerte así.
— Igual me encanta precioso, pero no puede esperar.
Suspiro y asintió — Esta bien. Iré contigo, le avisaré a Joon.
— Esta bien... — Sonrió y se acercó a besar esos lindos labios tan seductores y adictivos. Jamás volvería a desconfiar, Jungkook lo ama y él también.
Su amor no se acaba.
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Lᴏᴠᴇ ɪs ɴᴏᴛ ᴏᴠᴇʀ // Kookmin
Truyện NgắnJungkook y Jimin creen que su amor se a terminado, y tristemente deciden acabar con su matrimonio y firmar el divorcio. Su hijo, quien aún tiene esperanza en ellos y no los quiere separados, les propone un último viaje como familia dejando a ambos s...