Tal vez (parte 1)

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Los días pasaron y Kendall dejó de dormir en la sala de descanso para finalmente mudarse a su nuevo apartamento. Owen la ayudó a instalarse y desde aquel día ambos estaban tan embelesados el uno con el otro que el único momento en el que se separaban era cuando se veían obligados a hacerlo.

Normalmente él no solía mostrar sus sentimientos de la forma tan abierta y natural como lo hacía Kendall, pero al poco tiempo descubrió que con ella se le daba tan fácil que no había forma de no hacerlo.

Pasaron casi dos meses para que en el hospital todos comiencen a notar que existía algo entre ellos, estaban siendo tan descuidados al respecto que solo bastaba tener ojos para darse cuenta, sin embargo a ninguno de los dos parecía importarle lo suficiente para preocuparse en ocultar o negar algo.

El remolino de sentimientos entre ellos era tan intenso y en parte abrumador que llegaban a odiarse de vez en cuando, pero lo resolvían en la cama, deleitándose cada uno con el cuerpo del otro hasta llegar al punto máximo donde olvidaban por completo que habían estado peleando anteriormente. Se estaban enamorando tan profundamente sin siquiera darse cuenta; y Owen jamás había imaginado que Kendall podía ser tan buena para él como para salvarlo de sí mismo, pero ella se lo demostraba cada día sin siquiera proponérselo. Ella estaba cambiando tantas cosas en Owen, que una esperanza comenzaba a crecer en él, llevándolo a creer que podría volver a ser el mismo hombre que era antes de ir a Irak, y tal vez algún día lograría cumplir aquella promesa que le hizo a su madre aquel día en el que gracias a Kendall logró ir a visitarla.

Owen se estaba acostumbrando demasiado a ella al punto de resultar aterrador. Había descubierto que sus problemas se solucionaban cuando estaba con ella, que las pesadillas lo dejaban en paz cuando ella dormía entre sus brazos y que aquella luz que ella irradiaba sin siquiera notarlo era suficiente para alejar sus demonios. Solo temía que Kendall se alejara, porque entonces no sabía que haría.

Por su parte, Kendall sabía que no era correcto esperar a que él sanara todas sus heridas, sin embargo era así cómo se sentía cada vez que estaban juntos, demostrando que estaba equivocada al creer que nunca podría amar a nadie más después de aquel accidente. Se sentía como estar en una montaña rusa de la cual no quería caer, pero en el fondo sabía que la bajada era inevitable.

Y entonces sucedió. El teléfono de Kendall sonó, y la burbuja en la que había estado viviendo estos últimos meses se reventó al oír lo que le dijeron. Tal vez ella y Owen no estaban destinados a estar juntos, o tal vez había un ciclo más que ella debía cerrar antes... Mitchel había despertado.









HOLAAAAA, creo que me tarde un montón en actualizar again pero realmente no tenia ganas de hacer algo que no fuera dormir, y no quería presionarme con esto para no arruinar la historia. Y se que el capitulo esta suuuuuper cortito pero lo que viene después será mas largo porque intento arreglar mi salud mental y eso suele ayudar a que mi inspiración fluya y tenga capítulos mas largos en menos tiempo. En fin, gracias por leer, no olviden votar, comentar y seguirme. Los amo, gracias por la paciencia.

The Day Before You | Owen HuntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora