Cuándo despertó lo primero que vio fueron aquellos ojos azules mirándola con preocupación, e instantáneamente la embargó una sensación de tranquilidad, como si estar cerca de él hiciera que todo estuviera bien en el mundo, o al menos en su mundo. Sabía que no era correcto, y el sólo hecho de seguir añorando su cercanía a pesar de saberlo hacía que la culpa fuera tan grande que amenazaba con asfixiarla en cualquier momento; pero él tenía algo que a ella se le antojaba tan adictivo que no podía sacárselo de la cabeza por más que lo intentara, aunque continuar con aquello era jugar con fuego y sabía que acabaría quemándose.
— ¿Estás bien? — preguntó, arrastrándola fuera de sus pensamientos. Ella asintió.
— Lo estoy — el temor aún se reflejaba en su voz, y este aumentó al fijar la mirada en el brazo de Owen — por Dios... tu brazo... — ahora ella entendía de dónde había venido tanta sangre.
— Estoy bien, solo necesitaré un par de suturas — respondió restándole importancia, mientras le hacía una rápida revisión a Kendall para asegurarse de que ella no tuviera más que un par de raspones.
La herida se extendía desde un poco más abajo de su hombro hasta su antebrazo, esta tenía un improvisado torniquete pero aun sangraba ligeramente.
— Estamos en un hospital, ¿por qué no te atendiste? — ella estaba usando un tono de regaño mientras con suavidad tomaba su brazo para revisar la herida.
— Nos faltaba personal y tenía que atender a los sobrevivientes — esa palabra hizo que Kendall tuviera escalofríos, realmente deseaba que aquella explosión hubiera sido un sueño pero claramente no había sido así — estaba por suturarme, pero primero quería asegurarme de que estuvieras bien.
Ella suspiró mirando el reloj de pared, como mínimo había estado alrededor de tres horas inconsciente y se sintió totalmente culpable por ser tan débil.
— Siéntate, voy a suturarte — ordenó levantándose de la camilla y yendo a buscar un estuche de suturas, con cierto temor de no encontrar uno en la habitación en la que se encontraban, ya que no quería salir de allí por miedo a lo que iba a encontrarse afuera.
Ella limpió la herida con sumo cuidado y le inyectó anestesia antes de empezar a suturar.
— Esto está muy mal, tendrás una cicatriz — anunció Kendall, rompiendo el silencio al cabo de un rato.
— Bueno, mi brazo impidió que salieras lastimada, así que valió la pena — se encogió de hombros, mientras veía como una pequeña sonrisa se asomaba en el rostro de la rubia, quien no levantaba la mirada de la herida ni por un segundo.
Owen tenía un par de heridas más de las que ella se encargó mientras ambos estaban sumidos en un silencio bastante cómodo, el cual terminó cuando todas las heridas estaban atendidas y ninguno de los dos tenía nada más que hacer en esa habitación.
Ambos caminaron hacia la puerta, pero ella se detuvo antes de cruzarla.
— ¿Qué sucede? — cuestionó el pelirrojo mientras la miraba.
— ¿Está... ¿Está muy mal afuera?
Él negó con la cabeza; horas antes había sangre por todos lados, cadáveres, partes del cuerpo mutiladas, gritos y mucho caos por lo que realmente se alegraba que ella apenas despertara porque no quería que hubiera tenido que ver todo eso. Tomó su mano y le dio un pequeño beso en la frente.
— Todo está bien, vamos — respondió mientras la guiaba fuera de la habitación, iba a llevarla a una sala de descanso para que pudieran dormir por un rato ya que quería llevarla a casa pero no se sentía en condiciones de conducir en ese momento. Sin embargo sus planes se vieron frustrados cuando repentinamente un chico se acercó a Kendall a paso apresurado y con preocupación en su mirada.
— Amor, ¿estás bien? — la abrazó y Kendall tuvo que soltar la mano de Owen; esa sensación no le gustó.
— Sí — asintió alejándose del abrazo después de un par de segundos — ¿Cómo sabías que estaba aquí?
— Recordaba que me dijiste que trabajas aquí, y escuché sobre la explosión en las noticias — respondió, cayendo en cuenta de la presencia de Owen por primera vez — hola, soy Mitchel — se presentó extendiendo su mano — supongo que tú debes ser amigo de Kendall.
— Owen — se presentó también, estrechando su mano — trabajamos juntos — corrigió; no eran amigos, eran más que simples amigos y él deseó poder decírselo, pero era la decisión de Kendall y simplemente no podía interferir — un gusto conocerte, adiós — le dedicó una rápida mirada a ambos y se alejó por el pasillo que planeaba recorrer con ella, simplemente no podía quedarse allí viendo como Mitchel la abrazaba y besaba como si fuera suya.
No me lo van a creer... JAJAJAJAJAJ hice ayer este capitulo pero me quedé dormida y olvidé que no llegué a subirlo.
Probablemente más tarde suba el otro, los amo ♡
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The Day Before You | Owen Hunt
Fanfiction"Ella puede ser insoportable y caprichosa como una niña pequeña, ella adora romper reglas y meterse en enormes líos, como mi mente... pero ella es la única que puede calmar mis demonios" Él era guerra, ella era paz. Él era frío y la amargura teñia s...