¿Qué haces?

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El jefe lo había citado por tercera vez para hablar sobre su renuncia ya que en teoría ese sería el último día que trabajaría en el Seattle Grace; Owen suspiró aburrido caminando hacia allí sabiendo muy bien que era lo que Richard iba a decirle, sin embargo la luz encendida de una habitación de pacientes vacía llamó su atención, se acercó hasta allí para apagarla y entonces reparó en que no estaba realmente vacía, Kendall se encontraba sentada en el enorme sofá leyendo entretenida un libro mientras comía papas fritas de un empaque. Ver sentada tan tranquila a la rubia que lo atormento a cada momento durante toda la semana fue algo que le resultó bastante cómico en realidad.

- ¿Qué haces? - preguntó rompiendo su concentración y viéndola dar un pequeño brinquito en su lugar, tal vez por sorpresa o tal vez si logró asustarla.

- Estudiando - respondió ella mientras dejaba el libro a un lado y se levantaba - ¿necesita algo?

Él negó con la cabeza y estuvo por dar media vuelta y seguir su camino hacia el despacho del jefe, sin embargo por una extraña razón sus pasos lo llevaron hasta estar parado frente a ella y sin tener idea de porque, tomó su rostro entre sus manos y se inclinó para besarla.

Ella no tenía ni la remota idea de que estaba pasando, sin embargo no tardó mas de unos segundos en seguir el beso hasta que finalmente fue él quién se alejó, la miró por ultima vez y luego caminó fuera de allí sin decir nada, dejándola completamente desconcertada.

Al pelirrojo, el camino al auto jamás le había parecido tan largo como en ese momento mientras sentía en su ritmo cardíaco que estaba dejando algo más que una carta de renuncia en ese hospital, sin embargo, él no era el único sintiendo lo mismo en ese momento. La rubia caminaba por toda la habitación mientras instintivamente tocaba sus labios con las yemas de sus dedos, preguntándose que demonios acababa de pasar.

- ¡Russell! - grita Miranda desde la puerta de la habitación y la mencionada se gira hacia ella rápidamente - llevo 5 minutos llamándote.

Kendall revisa en sus bolsillos y al no encontrar nada recuerda que había dejado su localizador olvidado en el casillero luego de ir a cambiarse porque un niño le vomitó encima.

- ¿Qué te pasó? - preguntó la nazi al notar el extraño semblante de la rubia cuando giró a verla mientras caminaban por el pasillo - no, espera, no quiero saber... - interrumpió antes de que ella pudiera siquiera pensar que responder - a cardiología, ahora - ordenó y Kendall asintió acelerando el paso para alejarse de ella antes de que se arrepienta y la mande a buscar al doctor Hunt o algo por el estilo.

Los turnos en cardiología era largos y pesados en días como ese, días en los que tenían pacientes en estado grave que solían caer en paro mas de una vez durante altas horas de la madrugada manteniéndola despierta todo el tiempo, o al menos intentando estarlo.

- Russell - el doctor Burke llamó la atención de la rubia que estaba a punto de caer dormida apoyada sobre el escritorio donde llenaba expedientes - quirófano 2, date prisa

Él se fue y ella se levantó estirándose mientras soltaba el moño de su cabello, el hecho de que él la haya llamado para una cirugía a corazón abierto era increíble, pero eso la mantendría despierta por al menos unas 5 horas más y acabaría el triple de cansada de lo que estaba, si es que eso era posible. Sin embargo ella intentó verle el lado bueno, y ese era que mantendría su mente ocupada de aquel beso con Owen Hunt...






Holaaaaa, yo aparezco y desaparezco, I know. Pero la cuarentena me trajo de vuelta así que espero que esta vez la inspiración no me abandone y poder actualizar mas seguido ❤🔥

The Day Before You | Owen HuntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora