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Llegaba al centro de la ciudad, donde los grandes e imponentes edificios resaltaban, los locales comerciales ofrecían un sin fin de mercancía -me colocaba mis lentes de sol- tomaba a mi hijo y empezaba a caminar por esas largas calles, algunas empresas supongo yo de marketing rodeaban algunos locales, la gente venia e iba con sus compras o supongo hiendo hacia sus trabajos..

Entrabamos a una plaza comercial muy grande, Boruto quería tocar todo y reía cuando lo alejaba de las cosas, lo había subido a un carrito de juguete para niños y mientras el sonreía más fuerte, yo le tomaba muchas fotos, las mujeres que pasaban a nuestro lado nos miraban sonrientes y coquetas..

Pero eso ahora no importaba solo éramos mi hijo y yo y al colocar otra moneda en ese auto de juguete..

Llegaba a una sección de fotos, las modelos posarían para una campaña de vino, era la segunda o tercera campaña que aceptaba de esa compañía, por un lado me sentía nervioso, ya que sabía que ella estaría ahí..

Había conocido a Mei Terumi por accidente cuando ambos entrabamos a un restaurante chocando..

Yo la había reconocido al instante, ella era una sensación en lencería y modelaje, a pesar de tener poco tiempo que había salido al mercado, ella ya contaba con mucha fama y varios empresarios querían que ella fuera la cara de su producto.

La sección empezaba y creo ella me había reconocido, ya que coqueteaba conmigo y al sonreír, seguía su juego total no podía perder nada..

La sección fotografíca avanzaba y cuando el cliente se acercaba y miraba las fotos, estás le gustaban, eso era un doble premio, ya que al tomarnos un receso..

—Así que eres fotógrafo

El mejor de todos diría yo

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El mejor de todos diría yo..

—Vaya eso me gusta, tal vez tú puedes ser mi fotógrafo exclusivo, si es que puedes captar muy bien mis mejores ángulos..

Ella sonreía coquetamente y al marcharse, ya que alguien la llamaba, me había dejado como un adolescente alborotado y con más ganas de ella.

La sección se reanudaba, los coqueteos mutuos no se hacían esperar, sin darme cuenta yo ya había caído es sus redes, pero no me importaba nada, incluso el saber que a ella hombres muy importantes le mandaban regalos muy lujosos y entre pasillos se rumoraba varias cosas de su persona.

La campaña había terminado, pero nosotros habíamos seguido en contacto y tras un fin de semana de bailar mucha salsa, por fin había pasado lo que tenía que pasar entre nosotros, ella era hermosa y yo estaba tan enamorado, que incluso hasta me quería casar, pero como ella me había dicho..

Me gustas, la pasamos bien, pero yo no soy una mujer para un matrimonio y encerrarme en una casa.

Ahí entendí que mujeres como ella no solo era belleza.

Amor mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora