Naruhina
A veces las cosas pueden ser algo que no son y llevarte a un solo destino, el amor.
Los personajes son de Masashi Kishimoto y algunos otros son ficticios.
La historia es de mi total autoría.
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Él parecía molesto, aunado a que solo me había brindado una mirada al parecer molesta y ahora toda su atención recaía en si madre, el verlo así sin duda lo hacia ver muy sensual «¿Qué estoy pensando?»
—Hijo bienvenido— mira quién vino a visitarnos, sabes llegaste justo a tiempo Hinata me ayudara con la cena, pero ve y cámbiate para cenar hijo..
—Ya voy madre— veía a mi hijo jugar con algunos carros de juguete en brazos de ella, me dirigía hacia mi habitación, me sentía confundido, abrumado, desde que la vi con ese tipo pensé que su salida iba a terminar hasta la noche y eso me molestaba, si algo sabía yo y vaya que lo había entendido bien, era que mezclar el amor y el trabajo era muy malo y no terminaba bien, pero ¿Qué podía hacer? Ella ya no era una niña y supongo que sabía diferenciar de lo bueno y malo.
Eso sí que era raro, ni si quiera me saludo o sonrió ¿Acaso Mei le haría algo? Hoy parecía muy sonriente, pero que más daba, yo no podía inmiscuirme y al sentir como ese tierno bebé se movía en mis brazos, comprendía que después de todo ellos tenían un lazo..
—Debe estar cansado Hina-chan como sabes esa mala mujer volvió, pero no hay por qué preocuparse, ya me dijo Naru que tú lo ayudaste y te lo agradezco mucho..
No es nada Kushina, cualquier persona que conozca lo que él vivió con ella lo hubiera hecho..
—Tal vez es solo que esa mujer es una lagartona y sus mañas a de tener para envolverlos, pero espero que él no vuelva caer— pero dejemos de hablar de cosas desagradables y vayamos a la cocina, mira que es un honor ayudarte a cocinar..
El honor es mío y ahí solo podía sonreír.
[...]
Terminaba de darme un buen baño, hacia tiempo que no me sentía tan estresado, espero ese baño me ayude a relajarme..
Salía del cuarto revolviendo un poco mi cabello y al bajar, un rico olor a comida recién echa invadía mi olfato..
Me dirigía al comedor pensando que me había tardado mucho, pero ahí no había nadie..
Unas risas me indicaban donde estaban y al llegar ahí..
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