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—Ya tenía decidido lo que les prepararía de comer, obvio con mi toque especial y secreto— al sonreír por ello, mientras buscaba que ropa para ponerme -la puerta se abría- y ahí veía a

Hinata se sonrojaba cómo yo, l-lo siento yo me «vaya que tenía lindo cuerpo» -cerraba la puerta- antes de terminar la frase, no quería que pensará que era un pervertido, pero vaya suerte la mía

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Hinata se sonrojaba cómo yo, l-lo siento yo me «vaya que tenía lindo cuerpo» -cerraba la puerta- antes de terminar la frase, no quería que pensará que era un pervertido, pero vaya suerte la mía.

—Hijo ¿Encontraste la habitación?

¡Eh! No madre, yo..

—Esta frente a ti, está es de Hinata..

«Vaya que lo había descubierto» -caminaba hacía la habitación que me correspondía- sonrojado y al entrar..

—¿Te pasa algo Naruto? Estás rojo ¿Acaso tendrás temperatura?

No, nada madre, estoy bien, creo es la calor..

—¿Seguro? Ya tiene rato que pusieron la calefacción..

Si madre seguro, ahora si me disculpas, me daré un baño, ya bajo..

—Claro, mi cuarto es dos puertas más arriba, pórtate bien sí..

Ella salía del cuarto con una sonrisa pícara «¿Acaso me vería casi entrar al cuarto de Hinata?»

[...]

Vaya que era lindo cuando se sonrojaba, pero ¿Que estoy pensando? Me regañaba mentalmente, eso había sido un accidente creo yo, además no podía perder mi camino, él solo sería mi apoyo en mi plan y hasta ahí..

Mejor me apuraba a cambiarme y al hacerlo -salia del cuarto- no voy a incomodarme por lo que paso, total estaba medio vestida, malo hubiera sido si me hubiera visto desnuda y..

Lo mejor era calmarme y al cerrar bien la puerta, bajaba, el clima en la casa refrescaba el lugar de la terrible calor que se sentía afuera, aunque cuando éramos niñas Hana y yo al llegar a este lugar corríamos a recorrer el bosque en busca de algún grillo, mariposa o algún animalito y volvíamos a casa hambrientas y con algunos raspones cuándo se nos ocurrirá subir a algún árbol..

Eran bonitos recuerdos, además mi madre aún estaba con nosotros y siempre nos recibía con un cálido beso y alguna bebida al estar en el porche con mi padre..

Aunque la forma de ver a Kushina había cambiado un poco no podía negar que el hecho de que otra mujer estuviera aquí y fingiera como "la señora" de la casa me hacía sentir un mal sabor de boca..

Estaba por bajar las escaleras cuando veía a Hana y Konohamaru subir y..

—No seas fastidioso quieres..

—Pero Hana yo.. ¡Hinata! Verdad ¿Qué es una buena idea hacer una lunada?— Vamos estamos en el campo, aquí se repita aire fresco, además soy todo un experto asando bombones..

Yo sonreía mientras que Hana le hacía mala cara, creo que si Konohamaru, además es verdad aquí no hay tanto smock..

—Estas igual de loca que él Hinata— a ver ¿Que tal si ocasionan un incendio u otra tragedia? Ustedes son unos salados, pero saben que hagan lo que quieran pero eso sí, conmigo no cuenten..

Amor mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora