Estas sumergida en un profundo sueño, vagando descalza por la oscuridad, esperando encontrar algo o a alguien que te diga que es lo que debes hacer, lo único de lo que estas segura es de que Kirishima había reunido un pequeño grupo para llevarte muy lejos de Bilgelik, con el tiempo que había dispuesto para organizar el plan estabas segura de que seria complicado saber donde te encontrabas, pero ahora mismo sumida en tus sueños te sentías en paz.
Caminas hacia ninguna parte, sentido húmedos la planta de tus pies, creías estas caminando sobre aguas negras y en calma con una extensión infinita.
Una brillante luz dorada y azulada se prende como el fuego a lo lejos, frente a ti, incitándote a dirigirte hacia ella, como una polilla a la luz.
Tus pasos son lentos pero seguros hasta que el ansia empieza a crecer dentro de ti y comienzas a correr hacia aquella, entonces un sonoro rugido levanta un poderoso viento que hace temblar las aguas bajo tus pies y te obliga a cerrar los ojos unos segundos antes de volver a abrirlos.
Frente a ti se encuentra un enorme lobo demonio de tres cabezas, su piel parece estar echa de piedra negra, agrieta, supurando una luminosa y embriagadora luz azul, sus ojos del mismo color te observan imponente, mientras su cola de serpiente te enseña sus colmillos llenos de veneno.
Tras el magnífico animal llamaradas doradas hondean a su alrededor dándole un aspecto no solo místico, sino también imponente, su sola presencia inspira respeto y terror.
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- Estas muy lejos de donde debes estar recipiente de
Su voz es grave y sonora.
- ¿Recipiente? ¿eso es lo que soy ahora? – preguntas sin contemplaciones –
- Soy Cehennem ateşi, uno de los hijos de los primeros Akuma no ōkami, el dios de lo etéreo, soy el todo y la nada, y ahora eres tú quien guarda mi alma en su cuerpo con el propósito de cumplir tu destino.
- Esto no es lo que prometieron, nadie me dijo nada de guardar a un dios demonio dentro de mí.
- No importan lo que te contaran, sino lo que ahora esta sucediendo en el exterior, la tierra esta muriendo, y pronto la gente que la pisa también lo hará si no cumples con tu propósito.
- ¿Te refieres a matar a un inocente? ¿Cómo podría? Es una locura.
- ¿Crees que es una locura sacrificar un alma por cientos? ¿por un planeta entero?
- No estoy diciendo eso, solo que yo no pedí esta responsabilidad, debiste otorgársela a un guerrero no a mí.
- El destino es caprichoso y enigmático, nadie sabía sobre quien recaería semejante honor, pero si has sido tú la elegida, créeme que es por algo, nada es cuestión de azar.
- ¿Y si me niego?
- Todos mueren. – sentencia –
Se te hiela la sangre y el corazón se te para unos segundos antes de volver a latir, su respuesta había sido abrumadora, básicamente te estaba pidiendo que mataras a una persona que no conocías por un bien mayor, sin darte más opciones, era un camino recto a seguir sin desvíos, te sentías atada de pies y manos al saber que no tenias el control de tus elecciones.
- Deja de compadecerte y acéptame como tu principal fuente de poder y luego ve al bosque de las brujas, donde la tierra es ceniza y las ramas de los árboles están marchitas. Compórtate como todos esperamos de ti, la vida de millones esta en juego. – dice extendiendo su garra hacia ti – ¿Aceptas?
Callaste, sentenciando silenciosamente tu destino estirando la mano hacia Cehennem ateşi, quien roza la punta de su garra en la palma de tu mano, creando una poderosa y radiante luz dorada que te envuelve.
- Ahora debes despertar.
Es lo último que escuchas antes de abrir los ojos. Dicha luz te rodea en el plano terrenal, tu cabello y tus ojos se iluminan adquiriendo un tono blanquecino puro, mientras que tus orejas lobunas desaparecen al igual que tu cola para dar lugar a unos poderosos y robustos cuernos dorados que salen de tus sienes creando la fantasía de que llevaras una corona.
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Un sello llameante se marca en tu pecho antes de que la luz se apague y tanto tus ojos como tu cabello vuelvan a su color original.
Todos los que se encontraban en aquel refugio habían acudido hacia la luz que habías irradiado previamente, se encontraban tanto fascinados como aterrados, sentían como la profecía se cernía sobre ellos y no te dejaba escapar.
- _________. – dice tu nombre una voz familiar –
Es Kirishima, quien te observa asombrado, sus ojos centellean cuando encuentran los tuyos, le habías parecido hermosa, toda una diosa bajada del cielo, pero eso no le impedía preocuparse, el echo de que tu aspecto físico cambiara era uno de los detonantes que te llevarían sin remedio a cumplir tu destino marcado con sangre.
- Debemos ir al bosque de las brujas. – sentencias levantándote de la cama en la que te habían tumbado previamente –
- ¿Qué? Eso esta muy lejos, más allá del territorio de los lobos, ¿Por qué quieres ir allí?
- Cehennem ateşi me lo ha pedido, por lo visto es muy urgente.
Empiezas a buscar con la mirada algo de ropa en la habitación, pero Kirishima te agarra con firmeza de la muñeca para detenerte.
- ¿De quien hablas? Por favor tranquilízate y hablemos de esto.
- ¡No puedo parar! – gritas cansada – Ese dios demonio que ahora vive dentro de mi me ha dicho que la tierra se esta muriendo y que si no sigo el camino que me han trazado todos morirán, incluido vosotros, no puedo...no puedo permitir eso. – lo miras a los ojos frunciendo el ceño de preocupación – Por favor, ayúdame a llegar a ese lugar, a entender que es lo que debo hacer, te necesito.
Kirishima duda unos instantes antes de darte un corto beso en los labios.
- No sé que es lo que pretendes lograr yendo a tierra enemiga, pero te ayudare si es tan importante para ti, pero el resto del equipo debe decidir si acompañarte, es una misión suicida.
- Gracias. – le agradeces apretando ligeramente su mano –
- Ahora descansa, te traeré ropa y al alba partiremos.
