Hola mis queridas lectoras, he leído vuestros comentarios en el aviso anterior y quiero daros las gracias por comentar, darme apoyo y ser sinceras conmigo. Quiero que sepáis que siempre os tengo en consideración a la hora de crear historias y por ello he decido hacer de este desenlace un arco que superar en la historia, para que cuando termine con el final que sea redirigir el fanfic a la temática Omegaverse por lo que está historia aún tiene muchos capítulos que ofrecer, gracias por el apoyo y por leer, Disfrutad del capítulo 💕 Muy pronto volveremos a los problemas Omegaverse. ✨
DIA DEL FIN:
El día había llegado antes de lo que imaginabas, durante ese tiempo en barco habías procurado entrenar todo lo posible e intentado que Kirishima no se percatara de tu estado, añorabas pasar tiempo con él, su olor, su tacto, su cálida sonrisa, pero no ibas a arriesgarte a fallar, era el momento de terminar con todo de cerrar ese capitulo de terror y volver a tu vida normal junto a la persona que amabas.
Llegasteis al lugar indicado, una isla pequeña perdida en medio del mar, donde lo único que hay es una gran cueva por la que debéis pasar, dentro, grandes esculturas de piedra se ciernen sobre vosotros imponentes, pero en el centro sobre una mano de roca un altar rodeado con columnas del mismo material con mujeres observando desde arriba el pequeño lago.
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- Ahí es donde debes hacer la extracción. – señala el lugar Morgana – Cuando la luna roja ilumine el lago debes darte prisa, pues una vez finalizada la noche no tendrás otra oportunidad. – te advierte –
- Estoy preparada. – le respondes apretando los puños y frunciendo el ceño – Traed a Kirishima y a Libereco. Debo preparar el agua con ellos dentro, y nuestro tiempo es limitado, esta empezando a anochecer. – miras la apertura en el techo que deja pasar la luz –
- Entendido. – asiente y va en su busca –
Te acercas a la estructura y acaricias la columnas pensativa, rezándole al cielo para que salga todo bien, entonces ves a ambos llegar junto a Morgana.
Miras las cadenas alrededor de las muñecas de Libereco.
- Desátala. – le pides –
- Puede intentar huir. – te replica Morgana –
- No lo hará. – la miras a los ojos –
UN DIA ANTES DEL FIN:
Bajaste a las mazmorras del barco para ver a Libereco, querías hablar con ella antes de llegar a la isla.
La encuentras sobre una cama de madera mirando al techo encadenada de pies y manos, al percibir tu presencia se incorpora y te mira sin expresión alguna en el rostro.
- Huiste. – le dices mientras coges una silla y te sientas frente a la celda –
- Ibas a matarte, para salvar a tu amado. – suspira – No te culpo, puede que en tu situación hubiese pensado lo mismo, pero no quiero morir.
