Siento no haber actualizado la semana pasada, últimamente estoy ocupada y no siempre tengo tiempo, espero que lo comprendais y disfrutéis de este capítulo a pesar de que no va a ser un largo, lo siento y gracias por leer 💕
DIA DEL FIN:
- Aun puedes volver conmigo ________ - extiende su mano hacia ti – en el fondo siempre lo has sabido, que el destino nos llevaría a este preciso momento.
Llena de sangre y con lágrimas en los ojos sus palabras suenan dulces sobre el silencio sepulcral que baña la tierra, con el aire contaminado de polvo y con olor a sangre.
2 DIAS ANTES DEL FIN:
Lleváis navegando tres días y conforme os acercáis más nauseas sientes. Te sujetas el estómago con ambas manos sintiendo retortijones y los nervios retorciéndote en pecho.
Te asomas por la borda y vomitas sin poder evitarlo.
- Espero que eso no sea por mí, porque obviamente soy encantador. – te dice una voz familiar –
Alzas la cabeza y te limpias con el dorso de tu mano enguantada y miras a Kurnaz, el pirata que te había llevado a tierra de magos cuando Kirishima y su grupo te "secuestraron".
- Si te dijera que si ¿te ofenderías? – le sonríes sin ganas –
- No creo, tengo un gran ego. – Se apoya contra las maderas del barco y te observa de arriba abajo – No te mareaste tanto la última vez.
- La última vez no tenía como objetivo una misión casi imposible y que yo recuerde estaba peor, aunque no vomitaba. – te encojes de hombros –
Ves como olfatea el ambiente y te sonríe de lado.
- ¿Lo recuerdas? – te pregunta de la nada –
- ¿El qué?
- Ya habíamos estado así antes, en mi barco, hablando sobre sobre ti.
- ¿Qué quieres decirme con eso? ¿Qué quieres contarme alguna anécdota de tu vida?
Su risa resuena por encima de las olas y la sientes como una melodía, es suave y refrescante, a la par que grave.
- No, creo que tu situación es más interesante que la mía. Te ves diferente a como eras antes.
Desconcertada giras todo tu cuerpo hacia él y enarcas una ceja.
- ¿Antes? Frente a ti siempre he tenido este aspecto.
- ¿Qué? ¿En serio no te acuerdas? – se ríe levemente – por un momento pensé que simplemente me estabas ignorando, nos conocimos cuando éramos pequeños.
Sientes como las palabras se te atragantan en la garganta y tus ojos se abren como platos.
- ¿Q-qué? Y-yo nunca había esto aquí antes, no sé, m-me acordaría ¿no?
Kurnaz se encoje de hombros indiferente.
- Puede que estuvieras aquí antes y como eras humana te borraran los recuerdos, ya sabes, no es muy común ver humanos por aquí, ni los queremos cerca, suficiente castigo tenemos con los magos.
- ¿P-pero quién? ¿q-quien me traería aquí? ¿y por qué?
- Eso es algo que no puedo saber, pero ¿no crees que hay preguntas más importantes? – se cruza de brazos –
- ¿Mas importante que saber sobre un pasado que no recuerdo? ¿y cómo es que te acuerdas de mí? ¿Dónde nos conocimos?
Entonces su rostro perspicaz y sonriente cambia a uno más serio. Posa su mano en tu hombro al mismo tiempo que Kirishima posa su mirada en vosotros desde la lejanía.
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- ¿Cómo planeas luchar? ¿Qué va a pasar si la cosa se complica? Sé qué hace mucho tiempo que no nos vemos, pero me preocupa que tu bebe salga herido.
- ¿Bebe? – Te ríes – Yo no tengo hijos. Te tienes que estar confundiendo con otra persona.
- No. – Responde serio – Puedo olerlo. – Olfatea el aire – estas embarazada.
Por instinto sujetas tu vientre con ambas manos y lo miras con pánico. Te pones blanca como el papel, comienzas a hiperventilar y das un paso atrás aterrada.
Sientes como el mundo se te cae encima al mismo tiempo que parece que se ha detenido unos segundos para ti.
- Bueno, es lo normal, estas unida a un Alpha y ellos tienen mucha efectividad, ya sabes, estamos hechos para reproducirnos, somos la raza de los lobos después de todo.
Al notas que no contestas y tragas saliva intenta acercarse a ti, pero lo esquivas con la respiración irregular, al mismo tiempo que miras a todos a tu alrededor, temiendo que Kirishima lo haya escuchado, no quieres que lo sepa, ni siquiera parece una noticia real.
Porque entonces no te dejara pelear, no te dejara salvarlo, no lo hará si descubre que puedes morir en el proceso y en él te llevas a vuestro bebe.
Entonces tus ojos conectan con los de Kirishima y apartas la mirada.
- N-no puedes decírselo a nadie. – le dices antes de salir corriendo –
Te escondes en uno de los camarotes e intentas asimilarlo todo, demasiadas cosas, demasiados inconvenientes, ya tenías suficiente peso sobre tus hombros ¿y ahora esto?
Te dejas caer al suelo rozando tu espalda contra la pared y resporas hondo tratando de tranquilizarte, entonces cuando esta todo en silencio miras tu vientre y a tu mente vienen imágenes de un mini Kirishima correteando por el campo, a un Eijirou feliz y a una versión de ti más relajada, sin problemas y con el corazón lleno de amor.
Con esa imagen en la cabeza te preguntas si podrá hacerse realidad, si este mundo te dará la oportunidad de un futuro tan bonito.
