Vuelves a tu camarote y te sientas sobre la cama intentando recordar viejos tiempos, unos más sencillos, sin muertes, ni profecías, sin piratas que te daban dolores de cabeza, ni poderes malditos.
Te sentías perdida, como si caminaras sobre la nada y no encontraras el camino de vuelta.
Entras al cuarto de baño, es pequeño, todo parece demasiado junto, el retrete, la bañera y el espejo; miras tu reflejo y te asustas, desde que despertaste no te habías parado a pensar en como te verías ahora.
Tienes la piel pálida, casi desnutrida y ojeras negras bajo los ojos, las yemas de tus dedos surcan la curva de tus cuernos dorados y luego delinean tu tatuaje rojo, ese que reside en tu pecho.
Contienes un sollozo y sientes como todo ha cambiado desde que pisaste la tierra de ese nuevo mundo, recuerdas como lo perdiste todo y ahora te exigían más, no lo soportas, no soportar verte de esa manera, tu personalidad, tu físico, tu familia, todo se lo habían quedado y estabas ardiendo de ira.
- ¿Estas triste? – te pregunta Cehennem ateşi con su voz grave y burlona –
Alzas la mirada al espejo y puedes ver su reflejo, como si se encontrara en la misma habitación que tú, pero solo es producto de su magia, su ser dentro de ti es capaz de reflejarse en el espejo.
- Déjame en paz. – le gruñes –
- ¿Por qué? Es divertido ver como sufres por un poder que muchos anhelan y nunca consiguen.
- Yo no lo elegí, no soy una asesina, ni tampoco una heroína, solo no quiero morir.
- Patético, tus sentimientos humanos te hacen débil.
- No, me hacen inestable. – respondes creando una llama de fuego en la palma de tu mano –
- ¿Y? mira todo tu potencial, si no te hubiese contino podríamos haber matado a ese perro insolente de un solo golpe.
- ¡Yo no soy así! ¡a quien quiero matar a es a ti! ¡te rompería el cráneo con mis propias manos si pudiera! – gritas –
Al darte cuenta de tus palabras tus ojos se abren como platos, ves tu reflejo que hasta hace unos segundos estaba enfadado, creando fuego inestable con las manos, con los ojos carmesí llenos de odio y el cabello crispado, fue como ver a una bestia rabiosa, a un monstruo.
- No te resistas a lo inevitable. – se ríe siniestramente de ti Cehennem ateşi –
Su risa te llena de ira y le das un puñetazo al espejo, rompiéndolo en cientos de pedazos, la sangre de las pequeñas heridas que se han abierto en tus nudillos se desliza por la pared y te hacen volver a la realidad.
Al levantar la mirada te encuentras con la cara aterrorizada y preocupada de Denki, quien te observa desde el umbral de la puerta.
- ¿Qué haces aquí? – le preguntas apartando el puño de la pared e incorporándote –
- Escuché gritos y entré para ver si estabas bien.
- Largarte. – le espetas saliendo del baño y pasando por su lado –
- ¿Estas segura? Estas muy rara últimamente, me preocupas.
- Escucha ¿crees que es divertido tener a una especie de dios demonio dentro de mí? ¿o el hecho de que me este muriendo? ¿o el aplastante destino que me obliga a matar a alguien? Creo que es más que lógico que este "rara" como tú dices.
- S-solo quería ayudarte.
- ¿Cómo? ¿dejándome llorar en tu hombro? ¡Lo único que quiero es que todo termine!
Te das cuenta de que tus emociones son inestables y lo estas asustando cuando ves como intenta retroceder y tropieza, cayendo al suelo de espaldas.
- Lo siento Denki...no sé lo que me pasa, yo...odio todo esto, será mejor que te marches, no quiero hacerte daño.
Le das la espalda avergonzada y triste para luego esconderte bajo las sabanas de tu cama.
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Los días pasaron y tú cuerpo empezó a empeorar por lo que no despertaste, cayendo en un profundo sueño en el que lo único que te mantenía con vida era el poder de Cehennem ateşi.
Kirishima se pasaba los días y las noches a tu lado, rezándole a sus dioses por tu recuperación, para que el tiempo pasara más rápido y llegarais cuanto antes al bosque de las brujas.
Al llegar a territorio enemigo Kirishima le pago más dinero a Kurnaz para que los escoltara al bosque, pero todo salió mal, el terreno era desconocido y los brujos muy poderosos, terminaron matando a gente del grupo y llevándote muy lejos de ellos.
Despertaste gracias a un hechizo y al abrir los ojos te encontraste con el bosque de las brujas, un lugar descomunal e imponente, que irradiaba poder y ostentosidad.
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Miras a tu alrededor y te encuentras con caras desconocidas te apartas de ellos y de tus manos brota una llamarada de fuego que corta el aire y asegura la distancia.
- ¿¡Quienes sois?! ¿¡donde están mis amigos?! ¿¡dónde está mi Alpha?! – exiges saber –
- Muertos.
Siento que sea tan corto este capítulo, he tenido un día largo y solo tengo ganas de descansar, el próximo intentaré que sea más extenso. 😔❤
