AVISO- cada vez que ponga tres limones al principio de un capítulo significará que hay lemon de algún tipo, no específicare si trate de violación, sexo o toqueteo para no arruinar la emoción y aumentar el suspense, solo sabréis que abra una escena subida de tono. 😉
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Los ojos dorados de Helios te observan, recorriendo con la mirada la gota de agua que se desliza desde tu frente, recorriendo tu rostro hasta el cuello, pero deteniéndose sobre tus pechos, los cuales solo puede ver en parte, ya que el agua, tu cabello y el vapor le impiden ver más allá.
Notas sus ojos penetrando en los tuyos, una sonrisa complacida y serena surca sus labios.
- Me gusta el color de tus ojos, bicolor, ahora que uno es azul y otro rojo, tus energías están en equilibrio.
Te quedas mirándolo, sin decir nada, como si no llegaras a procesar todo lo que dice, como si aun algo estuviera reseteándose en tu cerebro; sientes como todo se ha desordenado, tu pasado, tus recuerdos, tus emociones, tus ideales, hobbies, todo lo que te hacia ser tú y todo lo que esperaban de ti se había elevado como una nube y luego estrellado contra la nada como una piedra.
Sabias tu nombre y lo que se esperaba que hicieras, pero nada más, te movías por puro instinto, por el rastro de pequeños recuerdos que te aseguraban tu existencia y las razones por las que estabas allí frente a aquel hombre de piel morena y sonrisa encantadora.
- ¿Hedef? ¿significa que formo parte de tu destino? ¿por eso estoy aquí ahora mismo? ¿por eso me miras así? – delineas su mandíbula con el dedo índice –
Su sonrisa se amplifica.
- Así que sabes lo que significa hedef.
- Claro, se que significa destino ¿por qué no lo sabría?
- Porque es idioma mágico.
- Lo sé, soy una bruja, es normal que lo sepa. – te levantas –
Las mejillas de Helios se enrojecen ligeramente al ver tu cuerpo desnudo, mientras que tú, ajena a la vergüenza, buscas con la mirada una toalla, la cual encuentras al lado de la puerta, en un perchero.
Caminas hacia allí ignorando la mirada constante de Helios, quien te sigue. Te envuelves con ella y te giras hacia Helios.
- Recuerdo que vine aquí porque no habían completado el ritual de mi despertar, pero ¿vine con alguien? – preguntas –
Intentas recordar, pero los recuerdos de como llegaste hasta allí son confusos, borrosos, apenas recuerdas un par de paisajes y voces distorsionadas.
- No, llegaste sola y desnutrida, me dijiste que era de crucial importancia que te ayudara, pues tu destino era importante. – miente –
Desliza su mano por tu espalda, hasta llegas a la parte baja de esta. Miras su mano y enarcas una ceja.
- Tú y yo ¿somos algo así como una pareja?
- Me entristece que no lo recuerdes hedef, éramos muy unidos hasta el ritual. ¿no sientes nuestra conexión?
Se acerca a ti, colocando un mechón de tu pelo tras la oreja y acercando su rostro al tuyo.
- ¿Cómo una especie de fuego arde en tu interior?
Notas como sus manos se aferran a tus caderas y como bien dice el fuego se enciende en tu interior, constante y llameante, calentando tu pecho.
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