Longfic Harco.

Segunda Historia.

Ruptura.

Lo que había comenzado como una buena relación, terminó cayendo por donde muchos querían. Por la borda.

Draco amaba a Harry, pero su novio no lo amaba como él lo hacía. Estaba cansado de esperar, estaba cansado de que este lo dejara de lado, estaba agotado.

Había pasado 4 años de una buena y romantica relación, él había dado todo de él, le había contado cada secreto, le había mostrado cada cicatriz, había estado con él incluso cuando las pesadillas eran mas frecuentes en él pero, al parecer eso no era suficiente.

Él ya no podía quedarse en aquel departamento esperándolo toda la vida, esperando a que Harry lo eligiera por encima de sus amigos, de su familia adoptiva.

Debió saber que su relación no una a ir a ningún lado.

Había intentado reparar esa relación pero no podía más. Harry se había distanciado cuando él lo había amado incondicionalmente, fue el moreno quien no quiso hablar sobre la situación en la que estaban.

Pero Draco ya no podia más. Ya le había muchas oportunidades a las personas, no podia seguir fingiendo que estaba bien.

No cuando había renunciado a sus amigos y familia para estar con el moreno. No cuando los amigos de Harry lo habían avergonzado tanto.

Se levantó de la mesa donde estaba preparada una cena para dos, las velas se habían apagado cuando la cera se había derretido, había esperado 3 horas.

Camino hasta su habitación empacando cada prenda, no podia quedarse. Ya no.

Cuando terminó de guardar sus cosas, reducio la maleta y la guardo en su bolsillo y se dirigió hasta la chimenea.

Dio un último vistazo hacia la sala oscura y luego giro y lanzó red flu a la chimenea antes de decir la dirección, esa sería la última vez que estaría allí, era el fin de algo que tal vez nunca debió ocurrir.

°●°

Del otro de la chimenea estaba una mujer más bajo que él, de cabellos negros canosos, mirándolo con una sonrisa comprensiva, apenas la vio, la abrazo con fuerza, abrazo que fue correspondido de inmediato.

ᅳlo siento tanto, madre ᅳsollozo en sus brazos mientras se su madre le acariciaba el cabello, había renunciado a todo por Harry, incluso a su madre, pero se ya se dado cuenta de lo mal que estuvo dejarla. No había día que no pensará en ella y en como reparar el error que tanto había cometido.

ᅳesta bien, mi pequeño dragón.

Ambos se abrazaron hasta que sus piernas ya no pudieron sostenerse y decidieron mejor ir a tomar el té en la sala de estar e intentar de recuperar el tiempo perdido.

Mientras tanto, en Grimmauld Place, un hombre de cabellos alborotado y gafas redondas apareció en la sala observando con extrañeza el lugar oscuro, con un simple gesto, prendió todas las luces del lugar.

Le pareció extraño que todo estuviera a oscuras y en silencio, pero luego se dijo a si mismo que tal vez Draco ya se encontrase en la cama, dormido. Caminando con sigilo, fue hasta el comedor y vio en la mesa, una cena intacta.

Un remolino de arrepentimiento se instauró en su pecho, antes de que la culpa en sus hombros se hiciera más pesado, no era la primera vez que llegaba a casa y encontraba una cena intacta, de seguro Draco lo había esperado por horas.

Subió apresurado a su habitación, encontrandola vacía, y un mal presentimiento se instauró en su pecho.

No.