Trigésima sexta Historia.

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Amnesia.

Abrió los ojos encontrándose con un techo blanco y un fuerte dolor en todo el cuerpo. Se enderezó notando recién la habitación en la que estaba.

A su lado, en el sofá, una figura conocida dormía, sentarse sólo empeoró el dolor en todo su cuerpo en especial por todos los tubos que estaban conectados a su persona y había uno en especial que le dolía mucho. La puerta se abrió dejando ver a un hombre de cabellos castaños canosos con bata blanca.

ᅳseñor Potter, veo que ya despertó ᅳsaludo el hombre.

Gimió adolorido tocando su cabeza: ᅳ¿qué hago aquí?

ᅳtuvo un accidente automovilístico, señor Potter. Estuvo en coma por un mes entero.

Otro fuerte dolor en la cabeza lo hizo marearse y el doctor se acercó a él para ayudarlo a recostarse nuevamnete.

ᅳes mejor que vuelva a dormir, enseguida lo llevaremos a observación.

ᅳgracias.

°●°

Había pasado dos días desde que había despertado, su madre lo había abrazado con lágrimas en los ojos seguidos por todos sus demás parientes y amigos.

Ahora estaban en el consultorio del doctor, su madre tomaba su mano con fuerza y el doctor -Rogers Davis- apuntaba a la radiografía de su cabeza explicando algo que él mismo no podía entender.

ᅳen resumen, señor Potter usted está sufriendo de amnesia traumática, lo más probable es que recupere sus recuerdos con el paso del tiempo, pero... no es bueno que precipiten a que el señor Potter recupere sus memorias, podría causarle un daño aún mayor si llegasen a presionarlo ᅳla última explicación la dirigió a su madre, quien asentía ante sus explicaciones ᅳpor lo demás, le queda una lenta pero efectiva recuperación.

Harry asintió, aún procesando.

ᅳseñora Potter, me permite unos minutos.

ᅳpor supuesto. Harry, cariño ᅳsonrio dirigiéndose al hice a su lado ᅳ¿puedes ir a buscar a tu padre? Debe estar en la sala de espera.

Harry asintió, aún en silencio y salió del consultorio sin ver las miradas de las otras dos personas.

°●°

Había pasado dos semanas desde que le habían dado el alta del hospital, hasta entonces las únicas personas que lo visitaba en su casa eran sus tíos y sus amigos, pero él simplemente no podía relajarse. Por que cada vez que cerraba los ojos, siempre veía a un chico de cabellos rubios y jamás podía recordar su cara. Y cuando despertaba, siempre tenía lágrimas corriendo por sus mejillas.

Otra cosa que encontraba extraño era el hecho de que sus padres no le permitían ir a su departamento, decían que podría ocacionarle un colapso nervioso, pero él aún no entendía por que.

Aunque su curiosidad siempre fue más grande que su obediencia por las órdenes, por lo que ahí estaba, frente a su departamento, preguntándose donde estaba su llave.

Busco bajo la alfombra de bienvenida y en su correo, pero no lo encontró, o eso hasta que vio una pequeña serpiente de roca, y la levantó, ¡bingo!

Entró al departamneto y todo lucía familiar, no recordaba haberlo comprado, pero si haber estado allí, un olor a menta y manzanillas se sentía en el ambiente, la sala y la cocina estaban en orden, encontrándose sólo una taza sucia de lo que parecía ser un té.

Longfic Harco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora