Destinos Cruzados

Capitulo 13

Llego en mi auto a la mansión de mis padres y veo que como cada año mi madre le gusta tirar la casa por la ventana a pesar de que no permanezco por mas de media hora en "mi festejo" que disfruta mas ella que yo, la casa esta llena de autos de lujo de todos sus amigos de la alta sociedad y por lo menos tres de sus prospectos de nuera, mujeres aprobadas por ella, las cuales quiere que escoja una para casarme.

La verdad no se que hará cuando vea a Lucia, esas mujeres no le llegan ni a los talones, ella brilla con luz propia, tiene tanto carácter y al mismo tiempo tiene tanta humanidad, sin contar esa belleza latina que desborda y esa seguridad, que es inevitable que me tenga a sus pies.

Una vez estacionó, tomo un suspiro y antes de abrir la puerta mi teléfono vibra con una llamada entrante, reviso y es Lucia.

—Hola preciosa ¿como están?

—Hola Ojitos de esmeralda —me hace sonreír con el apodo que me puso —  estamos bien, te llamo para decirte que estoy en la entrada de la mansión y el señor de seguridad, me dice que necesito una invitación para pasar ¿ya estas dentro?

—Si preciosa, pero no te preocupes acabo de llegar, ya salgo por ti. —cuelgo sin esperar respuesta.

Me bajo de mi auto y camino rápido a la entrada, donde esta Lucia en la camioneta.

—Buena tarde señor Ford —saluda Kurt, el jefe de seguridad de mi familia.

—Kurt, buena tarde ¿eres tan amable de dejar pasar a la señorita de la camioneta por favor?

—Oh lo siento señor Ford, su madre me dijo específicamente que no dejara pasar a nadie sin invitación. —dice apenado.

—Comprendo, pero la señorita no necesita invitación ya que es mi novia.

—¿Como? Perdón... Se...señor Ford, no...no lo sabia. —dice aun mas apenado y abre la puerta.

Lucia entra automáticamente y me indica que me suba a su camioneta e inmediatamente lo hago.

—Hola ojitos — me dice y se acerca a darme un beso que no dudo en responder.

—Hola preciosa — saludo cuando rompemos el beso e inevitablemente mi mano viaja a su vientre aun plano y ella sonríe —Me alegra mucho tenerlos aquí.

—A mi me alegra que te alegre tenernos aquí. —responde sonriendo y me da un casto beso en mis labios antes de avanzar.

Se estaciona justo al lado de mi auto y sin esperar a que yo abra su puerta  desciende de su camioneta, al rodear la camioneta para llegar a ella y preguntarle por que no me espero antes de poder pronunciar palabra, su belleza me deslumbra, tiene un hermoso vestido, blanco con flores de color burdeos, como si hubiéramos combinado a propósito, unas sandalias de tacón también en color burdeos, su cabello suelto en ondas y un maquillaje suave, pero que solo incrementa su belleza.