Destinos Cruzados

Capitulo 30

—Bien, empecemos —indica Lynd y asiento.

Mis hermanos ayudan con la organización de todo y puedo percibir que Lynd mira con odio a Pablo quien descaradamente se hace el que no es con el. En otro momento lo habría hecho quedar como idiota pero no puedo, nos nervios, el miedo me tienen con el estómago revuelto.

Es la primera vez que le voy a gritar al mundo, "Soy Ana Lucia Luna Montero, empresaria creadora del sistema de seguridad más poderoso del mundo y soy una sobreviviente"

Pensar en esa etapa de mi vida es aún doloroso, nunca deja de serlo y si pensarlo duele, hablarlo es mucho peor, pero mi nombre es manchado y el de Ángel queda limpio y no es justo.

A pesar de que esa herida aún duele y sangra un poco pero debo hacerlo, las heridas cuando se limpian vuelven  a sangrar y duelen mucho más, pero después de que se limpian se empiezan a curar.

Y hablar es la limpieza que ayuda a sanar

A pesar de todo, la muerte de Ángel no me pesa ahora ni nunca, ni a mi ni a José nos pesará porque no fui su única víctima, si fui la que más sufrió porque a mi estuvo al borde de matarme, pero no fui la única.

Es hora de que el mundo lo sepa, que otras mujeres vean que si es posible renacer después de que un hombre te rompe hasta el último pedazo de ti, deben saber que es posible ser más fuertes y que el alejarse duele pero te devuelve la vida que un maltratador te quita.

Lynd termina de instalar sus equipos, nos sentamos en los sofás y mi esposo se sienta al lado mío tomándome de las manos dándome esa fuerza que necesito como nada en el mundo en este momento.

—¿Cómo prefieres que te llame Ana, Lucia o ambos? —pregunta con una sonrisa.

—Como prefieras —sonríe nuevamente y asiente.

—Bien mi querida Ana, esto no va a ser fácil y quiero que sepas que si quieres parar lo haremos cuando lo digas, no importa que deba terminar la nota sola, lo importante es tu bienestar ¿está bien? —asiento y sonrió en agradecimiento.

Conversamos un poco sobre el tema, ella me apoya mucho y se nota que es una gran mujer, Liam permanece a mi lado sosteniendo mi mano, lo que a otros le parecerá que solo sostiene mi mano, para mi está sosteniendo mi alma para no derrumbarme.

La hora de la entrevista llega pronto, en menos de lo que pensamos llegan sus asistentes de cámara y maquillaje, los cuales terminan de preparar lo que faltaba para poder transmitir en vivo, la maquilladora cuida que salgamos impecables.

—Bien Ana, ya es hora —asiento y el camarógrafo empieza un conteo y puedo ver como Lynd se transforma en aquella profesional que dará inicio a su trabajo.

—Muy buenas noches Houston, es un placer saludarles en una nueva emisión de The True with Lynd Vega y yo soy su anfitriona Lynd Vega, el día de hoy no estamos en estudio como pueden ver ¿por qué? Pues muy simple.