Capítulo 9

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La alarma suena interrumpiendo mi exquisito sueño, pero me parece extraño yo me tomé el día libre y estoy seguro de que apague la alarma anoche.

Es tu celular.

¡Ah verdad, el celular! estiro mi mano buscándolo, cuando por fin lo encuentro lo tomo, veo la pantalla que indica que no es una alarma si no que es una llamada y no es nada más y nada menos que Lucia, me paro rápidamente y atiendo lo más rápido que puedo.

-¿Lucia están bien? ¿Les pasó algo? -la escucho soltar una suave risa.

-No te preocupes Liam, ambos estamos bien -me tranquiliza -te llamo para contarte que la doctora me dio la cita para hoy mismo a las dos de la tarde para que estés listo, paso a recogerte a la 1 pm.

-Perfecto, a esa hora estoy listo, me tomé el día así que puedes venir a recogerme a mi casa.

-Listo, nos vemos a la 1 de la tarde entonces, cuídate.

-Cuídense mucho Lucia, les mando un beso -ella vuelve a sonreír suavemente y con un "esta bien" finaliza la llamada.

Me quedo viendo el teléfono con una sonrisa de idiota, veo que son las 9 am es bastante tarde, me estiro y me relajo a pensar un rato en la cama.

Y es que siempre quise ser padre, tener muchos bebés, con Emma queríamos una familia numerosa, y a pesar de que esta no era la forma en que imaginé que llegaría mi primogénito al mundo, soy feliz, después de perder al amor de mi vida, sentí que no volvería a ser feliz de nuevo y pensé que no tendría esperanzas nuevamente, pero aquí estoy, lleno de tantas esperanzas, loco por ver a mi bebé crecer en el vientre de su madre y no perderme nada de su vida.

Deseo que me lleva a pensar en cómo serán las cosas con Lucía, es decir ella me gusta mucho y ahora tenemos a un pedacito de cada uno que nos va a unir siempre ¿seria imprudente pedirle que intentemos tener una relación? Digo, es claro que nos gustamos y tenemos mucha química en la cama, pero ¿ella querrá?.

Paso a paso Liam, asegúrate de que el bebé está bien y luego piensas en lo demás.

Me levanto rápidamente, me baño, me lavo los dientes y voy a la cocina a preparar algo de desayunar, menos mal nana me enseñó a cocinar por que si no me muero de hambre, me preparo unos huevos con tocino, tostadas y café, se ve y sabe prometedor, una vez finalizo el desayuno, me voy a hacer deporte.

Llegó del gimnasio, tomo una ducha y me dispongo a pedir algo para el almuerzo, no tengo muchas ganas de cocinar así que me decido por pedir comida italiana.

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