Como la noche anterior se fue sin decir adiós, sin una explicación, ignorándome de manera magistral, tengo tantas ganas de inventarme una excusa y pedirle su número a mi papá, pero prefiero no hacerlo, no se que tiene esa mujer que me atrae como la miel a las abejas, me siento como un estúpido deseando una mujer que al parecer no voy a volver a tener nunca mas...
—Li, ¿viste al monumento que vino a solucionar los problemas de la seguridad? —me dice Joseph entrando a mi oficina sin avisar y cerrando la puerta detrás de él
—Si Joe, la vi —digo con fastidio no se por que me molesta que le diga asi.
—No te creo Li, si realmente la hubieras visto estaríamos discutiendo sobre lo exquisita que se ve esa mujer y no estarías haciendo esa cara.
—Joseph ¡si te digo que la vi fue por que la vi! —lo miro con fastidio dando un golpe en el escritorio.
—No me digas que... —ver su rostro en este momento es como ver su cerebro trabajar uniendo pistas para llegar a una conclusión —¡¿ELLA FUE LA QUE TE REVIVIO EL PITO?!
—En serio Joe vuelves a gritar así ¡y te voy a dar un jodido cabezazo! Y si, ella fue.
—¡Oh Jodida mierda! Con razón estabas tan feliz, cualquiera estaría así después de tener a esa mujer —y ahí viene su verborrea —y ¿cuando se vuelven a ver? Deberías invitarla a una cita, pero según como me la describiste no parece que fuera la misma mujer, aunque te creo por la cara que pones, de verdad que esta ardiente, es preciosa, en este momento te envidio hermano, esa mujer si que revive cualquier p...
—¿Ya acabaste? —pregunto cortando su verborrea mirándolo con fastidio y exasperación
—Perdona hermano me deje llevar —se encoge de hombros —pero responde ¿cuando se vuelven a ver?
—No creo que eso pase, ya que se fue ignorándome sin dejar un solo dato, solo se su nombre y la verdad prefiero no molestarla, no quiero que piense que soy un acosador o un psicópata que se obsesionó con ella solo por una noche, estoy bien así, es más, eso es hasta mejor, algo casual y sin importancia como en la Universidad.
—Okay Li, como quieras, pero respóndeme algo —me lanza su mirada irónica —¿Por qué no fuiste a almorzar?
—Porque no tenía hambre —le doy mi mejor cara de póquer
—Digamos que te creo, pero la ¿verdad es?
—La que te acabo de dar —pongo mis ojos en blanco.
—¿Si sabes que así como tu me conoces a mi yo te conozco a ti?
—¡Bien! No fui porque quería verla y preguntarle por que se fue sin explicación, luego cogérmela en el jodido escritorio hasta que se corriera de tantas maneras como fuese posible y me suplicara por más ¿Contento?
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Destinos Cruzados
RomanceHISTORIA TERMINADA® Liam Ford es un joven empresario de 30 años que perdió a su esposa embarazada en un trágico accidente, cargando un dolor que vivía su vida como un alma en pena, hasta que la vio... Ana Lucía Luna Montero una Latina de belleza e...