La muerte de Cangse Sanren junto a su esposo Wei Chanze había Sido la noticia más trágica en esa época, más que nada porque al partir ellos dejaron desamparado a su hijo en una edad muy corta.
La noticia incluso llegó a Gusu, hasta los oídos del ma...
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Cloud Recesses era un lugar tranquilo, siempre en silencio, siempre en paz, era como un pedazo del cielo regalado a las montañas y sus discípulos eran como los angeles que resguardaban el lugar. Cloud Recesses era apreciado por su aura de perfecta de absoluta paz, si había un lugar en las tierras en el que pudieras sentirte seguro era en aquel templo.
Incluso ahora.
La regla "no correr en Cloud Recesses" parecía impresa en la mente de cada discípulo de la secta GusuLan, pues aún bajo la amenaza en la presencia de Wen Xu caminaban a paso sereno pero firme, listos para defenderse ante cualquier cosa, no podría ser que la secta Wen simplemente atacará de la nada, más no podían fiarse de personas como ellas.
Más allá de la entrada, con el mismo paso firme, Lan Wangji y Wei Wuxian caminaron rumbo al salón principal, donde deberían encontrarse Lan Xichen y Lan Qiren; en sus rostros además de marcarse una seguridad sorprendente ante tal situación también podía notarse la tensión y, al menos en Wei Wuxian, algo de temor. Entraron lo más discreto que pudieron aparentar, Lan Qiren y Xichen estaban sentados uno frente al otro en aparente calma, Lan Xichen observaba el juego de té mientras que Lan Qiren se mantenía con los ojos cerrados y una expresión serena, cómo si aceptarán su destino.
— Xiongzhan, Shufu.. — el primero en hablar fue Lan Wangji.
— Wangji, Wuxian... Wen Xu no está aquí en términos pacíficos — informo acabando con toda esperanza de que aquello pudiera ser algo como simple cortesía.
— ¡Qué se atreva a pasar por la puerta! No dejaremos que hagan lo que quieran sin luchar. Los Wen... ¡Creen que pueden pasar por encima de los demás! — Wei Wuxian no había intento de esconder su irá y no podía reaccionar tan sereno como los Lan. ¡El no era un Lan! Y podía hablar mal de quién quisiera.
— ¡Wei Wuxian! — reprimió Lan Qiren al mencionado, quien agachó la cabeza en obediencia. — La secta QishanWen no está dispuesta a dejar pasar la más mínima amenaza. Con la presentación que dieron en la cacería nocturna en Qishan, debieron vernos como una posible amenaza.
Siendo la secta GusuLan ganadora con no uno, sino tres discípulos entre los primeros cuatro lugares, se convirtió en el blanco de la mira de la secta QishanWen, ciertamente, lo único que le impedía a esta secta atacar a La secta Wen, era su estricto comportamiento moralista y justo, a pesar de la arrogancia de la secta QishanWen, GusuLan no tenía razones para atacar, pero claro que Wen Ruohan no se iba a arriesgar, así que sería el primero en atacar.
— ¿Y acaso no lo somos? Entonces ¿Dejaremos que entren y hagan lo que quieran? ¿Qué se salgan con la suya? Somos más fuertes y podemos defendernos — ante la terquedad de Wei Wuxian, Lan Xichen se vio obligado a intervenir.
— Wuxian, los discípulos de la secta QishanWen son impulsivos y aunque puedan poseer un cultivo débil en comparación al de los discípulos de nuestra secta, nos superan en número al menos diez a uno. — explico tranquilamente, cómo si en la entrada no se estuviera desatando una guerra.
