Epílogo

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Había cosas que no se podían cambiar, otras cosas que no se cambiarían por nada y algunas otras que se quisieran evitar.

Wei Wuxian no cambiaría por nada la sensación de despertar entre los brazos cálidos de Lan Wangji, y querría evitar alejarse de el y de su abrazo.

Había otras cosas que Wei Wuxian no podía cambiar, como la guerra habían acabado de vivir, como la promesa que les hizo a Wen Qing y Wen Ning.

Y por supuesto había cosas que Wei Wuxian hubiese querido evitar, como el inconveniente que hubo entre sectas tras sus caprichos.

Si Wei Wuxian pudiera viajar al pasado, no cambiaría nada, porque como sucedieron las cosas fue que se enamoró de Lan Wangji, pero había cosas que podría evitar, como las asperezas que hubo entre la secta LalingJin y GusuLan que el mismo provocó en su busca de venganza y justicia.

Wei Wuxian hubiese querido evitar los problemas que causó, hubiese querido llegar a tiempo para ayudar a Wen Ning y si Wei Wuxian hubiese ido en su busca desde que terminó la guerra, después de llegar al campamento y tras descansar, incluso di hubiera ido antes de haber sellado su amor con Lan Wangji, hubiese evitado muchos problemas.

Después de su regreso a GusuLan, más tres días, Wei Wuxian se había presentado ante Lan Qiren, acepto su enojo, acepto su castigo, acepto su error, pero también lucho. Lucho porque su petición fuera escuchada y su promesa fuera cumplida y fue difícil.

Había sido una audiencia difícil, aún cuando tenía todo el respeto de la secta, no fue suficiente para acallar sus dudas, miles de preguntas fueron lanzadas, los ancianos de la secta le cuestionaron incesantemente, lo acusaron de cultivar el mal y lo cierto es que Wei WuXian no tenía defensa, había sellado un pacto con una herramienta demoníaca, llena de energía resentida, todo el mundo de la cultivación vio como cadáveres feroces se levantaban en el instante en qué morían y corrían bajo órdenes de al que llamaron Yilling Louzu.

Aún después de contar su historia durante su ausencia, convencer a Lan Qiren y a los ancianos de que los remanentes de QishanWen eran inocentes, que la rama de la familia de Wen Qing y Wen Ning eran inocentes e inofensivos, le costó todo un día de rodillas, suplicando, Lan Wangji a su lado, le prometió que cargaría el peso de la culpa y la justicia junto a el. Esto también enfado mucho a Lan Qiren, quién de por sí ya se sentía decepcionado de uno de sus mejores alumnos.

Tras mucho discutir, apelar e insistir, con ayuda de Lan XiChen obtuvieron al fin aprobación para buscar a los remanentes de Wen, quienes habían huido en el peor punto de la guerra buscando salvación. Wei WuXian y Lan WangJi partieron juntos, les tomo aproximadamente tres días hallar rastro de Wen Ning y el grupo que dirigía.

Lo hallaron por fin junto a su grupo con una caravana de LalingJin, dirigida por Jin Zixun, siendo retenidos cómo presos de guerra, la idea era hablar y convencerlos de que estaban mejor siendo retenidos por GusuLan, claro esa fue idea de Lan WangJi, para quien las palabras tenían mayor efecto, pero ya que Jin Zixun no dejaba hablar a Lan WangJi, Wei WuXian lo golpeó.

Eso fue algo que Wei WuXian debió evitar, ocasionó una disputa entre ambas sectas, llegando a un juicio en su contra, LalingJin exigía se entregará a Wei WuXian, quien hirió de gravedad a Jin Zixun y también entregará la espada endemoniada, QianMo, por ser en extremo peligrosa a manos de Wei WuXian.

Las flores en Gusu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora