Entre acordes

Pour que tu m'aimes encore

Después del precioso significado de su regalo acabé llorando yo también, había sido un día extremadamente largo con un sin fin de emociones que ninguna de las dos quería que acabara, estuvimos mucho rato abrazadas sin decir nada, hasta que le propuse tomar un baño, ya casi era hora de comenzar arreglarnos para ir al aeropuerto, desayunaríamos con Ana y con Irene, una chica de Warner que las acompañaría.

_ ¿Quieres que nos duchemos ya?

_ De querer quiero, pero las razones no, ya casi es hora.

_ Lo sé, también odio las razones pero debemos hacerlo, déjame ir a preparar la bañera ¿Si?

- Se le iluminaron los ojos y asintió efusivamente, en cuanto acabé la llamé y su cara no podía ser mejor, por supuesto el baño también estaba decorado como el resto de la casa -

_ Pensaste en cada detalle, esto también está precioso, Mónica.

_ Imaginé que el momento de la ducha sería crucial, así que quise hacerlo más llevadero.

_ Imaginaste muy bien, muchas gracias, eres increíble.

_ Ya para de dar las gracias, ven.

-Me metí y dejé espacio para que ella se recostara en mi pecho, nos quedamos en silencio un rato largo disfrutando del agua tibia, el olor que había en el ambiente y nuestras caricias.

_ Aunque no quieras que siga dándote las gracias no lo puedo evitar, Mónica. Todo ha sido maravilloso y no sólo hoy, desde que llegaste a Málaga no has parado de sorprenderme, cuidarme, mimarme, consentirme, amarme.

Has sobrepasado todas mis expectativas, he conocido cosas de ti que no tenía ni idea, cada una más genial que la anterior, y lo más increíble, lograste que este día que pensaba iba ser horroroso, fuera el más especial, divertido, romántico y entrañable que pueda existir, - Fui girando hasta quedar frente a ella - Eres total y absolutamente maravillosa.

_ Solo he hecho lo que me nacía en el momento, nos hemos sorprendido, cuidado, mimado, consentido y amado mutuamente, me hiciste sentir en casa, me encantó conocer tu Málaga contigo, descubrir tus lugares, conocer a tu familia, verte a ti siendo tú al cien, no recuerdo la última vez que me reí tanto, lo de hoy era lo menos que podía hacer.

_ Espero que el reloj sea bueno con nosotras y pase igual de rápido que hoy.

_ Ya verás que si

- Se recostó en mi pecho hundiendo su cara en mi cuello, quedándose abrazada a mí nuevamente en silencio, pudimos aprovechar y hacer el amor una vez más, pero estar ahí sin casi movernos, solo dejando que el agua nos arropara era también una manera de hacer el amor, de querernos aún sin tocarnos, al salir nos secamos mutuamente, y nos vestimos en medio de muchas indicaciones.

_ Cuidas mi planta.

_ Y tú enfocada a trabajar, tienes que acabar pronto.

_ Mucho cuidado con andar saliendo a comer con el compañero ese que te tiene ganas.

_ Y tú mucho cuidado con las gringas.

_ ¿Me vas a escribir todo el día verdad?

_ ¿Y tú me vas a llamar cada que tengas tiempo?

_ Todos los días, haré el tiempo.

_ ¿Me vas a echar de menos?

_ Ya te echo de menos.

_ Te quiero.

_ Te quiero.

- Narra Vanesa -