Entre acordes

Y sin embargo...

- Narra Vanesa -

En cuanto nos despedimos para nuestros respectivos viajes Mónica a Madrid y yo Almería al show en Roquetas del Mar comenzó la locura.

Viajes y más viajes, despedidas, bienvenidas, encuentros furtivos, visitas sorpresas.

Yo con la gira que hasta ahora no había tenido una igual, solo de ver las agendas me daba ansiedad, no podía estar más feliz, pero también tenía miedo, de no soportar el trote, de no estar al 100 para tantos compromisos y por nosotras, si bien a nuestras edades somos conscientes de que cada una tiene una vida, compromisos y trabajo, era muy poco el tiempo que teníamos de relación y en el fondo me moría de miedo que no lo supiéramos sobrellevar.

El primer golpe que tuvimos este año nos tocó con días de diferencia, Mino, mi gato, el gato de mis papás murió luego de muchos días enfermo.

Y justo 10 días después Luna, su perrita se quedó dormida para siempre. Sabíamos que iba a pasar, estaba muy viejita, y llevaba varios días malita pero no por saberlo era menos doloroso y yo a más de 10 mil kilómetros, en Argentina. Nada podía hacer más que apoyarla en la distancia, aún me faltaba casi un mes para volver a España, tenía por delante shows y promoción en Uruguay, México y Colombia.

- Narra Mónica -

Ya casi hacia un año que conocí a Vanesa, lo que me ha servido de preparación psicológica para el año que nos espera, su agenda para cualquier cantante era una bendición más de 70 conciertos, dentro y fuera de España, una promoción soñada, pero para nosotras como pareja era el mayor reto al que podíamos enfrentarnos, estaba emocionada y asustada en cantidades iguales, ver sus reseñas luego de cada show me enorgullece por completo, pero el miedo a que lo que hemos ido creando se rompa es inevitable, volvía a América ahora sí a dar conciertos, hacía poco más de un mes que había llegado y ya estábamos en el aeropuerto nuevamente, ahí se despidió de Luna para siempre, a 4 días de que se fuera mi pequeña compañera de vida partió.