Solo Tu

Todo estará bien

Después de la muerte de Vanesa, y la desaparición de Quill por la tarde. La noche era para descansar, y cuando llegué, todo quedó en un profundo silencio.

Es verdad, que aun con Wade encerrado, le escribía cartas, ahora un poco más incriminatorias, ya que no había quien las leyera. Pero cuando vi a Harley con las cartas, supe que era momento de hacer el cambio.

Él se giró cuando cerré la puerta. Y ambos nos miramos, estaba nervioso y con miedo. Yo solo sonreía, y él empezó a temblar. Éramos un depredador y su presa.

—Peter—llamó y yo me acerque—¿Qué significa esto?—preguntó, aún con una carta en la mano, una de mi puño y letra.

—Son...Simples...Declaraciones de amor—aclare, y me acerque a él.

—Estás enfermo—dijo intentando disimular su miedo, fingiendo seguridad.

—Puede que lo esté, pero nadie sería capaz de hacer lo que yo hago—le aclare, y me acerque a él, di un nuevo paso. Y él intentó retroceder por instinto.

—¿Lo secuestraste?—me preguntó.

—Está en un lugar mejor, pero yo jamás le haría daño. Lo amor, y duele saber que tu no puedas asistir a la boda—dije y él quiso hablar. Quiso gritar, pero le lance una telaraña en la boca—Tranquilo, se disolverá—le aclare, mientras lo tomaba por el cuello—al igual, que estas—dije, mostrando la foto del profesor Quill, colgando de cabeza, desde el techo del lugar, donde mate a Vanesa—Son cinco metro más o menos, cuando se disuelva, su cabeza se hará pedazos y no quedara una sola evidencia de que yo estuve ahí—y entonces empezó a llorar, sus lágrimas caían y pasaban por su rostro y tocaban en mi muñeca—Si quieres salvarlo, quédate callado y lo único que harás es componerte, saludar a mi tía y salir de aquí. ¿Te vas a portar bien verdad?—pregunté y él solo asintió desesperado—Bien, cuando salgas, espera unos treinta minutos, y recibirás la dirección de donde estará el cuerpo de Quill, sano y salvo. Así que, pórtate bien—aclare y el asintió. Le arranque la tela de araña de la boca—Ahora baja, dile adiós a mi tía, y sal por la puerta, o no volverás a ver a Quill, bueno, al menos no entero—aclare.

El hizo exactamente lo que le dije y salió, yo me fui por la ventana y llegue al lugar, justo a tiempo. Se que es difícil, pero no podrá reconocerme, por la fuerte paliza que le di. Así que, todo debería estar bien. Cuando llegue con Harley, le entregue a Quill, totalmente desmayado. Ambos nos quedamos mirando, él me intentó golpear, yo tomé su muñeca, antes de que su puño llegara a mi rostro.

—No te saldrás con la tuya—me aseguró.

—Pobre Harley—dije soltando su muñeca—Ya lo hice—fue lo único que conteste, antes de irme a mi cuarto. 

Felicidades, ahora mismo falta solo cuatro, para el final.