Wade solo quería ser un profesor simple, con una vida simple. Pero no podía ignorar el hecho de tener un acosador, hasta que el gran superhéroe de la ciudad, se empieza a comportar raro.
Peter Parker, es un joven adulto, perdidamente enamorado, que...
—Parker, quédate después de clases, tengo que hablar contigo—dijo ella, mientras todos los demás juntaban sus cosas.
—Suerte amigo, yo me iré adelantando—me dijo Harley, mientras me palmeaba el hombro y me dejaba a solas.
Cuando el salón quedó totalmente vacío, ella se levantó y yo, con mi mochila en el hombro, me acerqué a su escritorio. «Algo está mal»
—Peter—dijo ella, y pude ver como sus brazos temblaban ligeramente—¿Por qué lo hiciste?—me preguntó. «No lo arruines» Pensé.
—No lo entiendo, ¿A que se refiere profesora?—pregunté y ella se puso nerviosa, y me mostró su teléfono.
—Dime que no eres tú—me pidió. Eran videos de vigilancia, me preocupé, porque eran las cámaras que había puesto en el antiguo departamento de Wade—¿Por qué lloras?—me preguntó. Si, estaba llorando. Lloraba de coraje, me olvide de eso, y seguro ned las habrá hackeado y...—¿Qué pasa Parker?—volvió a preguntar—Me está asustando—y ahí me dio una idea.
—Yo no puedo decírselo aquí, él me vigila y le tengo mucho miedo—comenté, mientras fingía tener miedo—Veámonos en un lugar más seguro—dije temblando y fingiendo un ataque de pánico. Ella entonces cayó, entendió lo que supuestamente estaba pasando—Y le diré donde el lo tiene—comente, mientras anotaba mi número de teléfono en un papel, y salió corriendo.
«Peter Parker, eres nominado al Oscar por mejor actuación» Pensé, mientras me sacaba las lágrimas en el baño. Me quedé unos segundos más, los suficiente como para ver al profesor Quill entrar al salón donde estaba la profesora. «Bien, parece que tendremos que encargarnos de dos esta noche»
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Estaba con el amor de mi vida, cuando me llegó el mensaje.
"Querido Peter, lamento haberte acusado así, por favor, veámonos en algún lugar".
No dude en darle la dirección de un contenedor de carga, lejos de la ciudad.
—Te ves feliz—dijo Wade, mientras se cortaba por enésima vez la mano en la cual yo lo encadenaba.
—Estoy feliz, todo sale como quiero—dije y luego me acerque a él—Hoy solo pude estar una hora contigo, ahora mismo me voy a encargarme de una molestia, y si todo sale bien. Ya no tendremos de qué preocuparnos—aclare y acomode el traje.
—¿Adiós?—preguntó.
—Ya vuelvo amor—dije y subí al primer piso.
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Estaba en la oscuridad, escuchando el sonido de los tacones a lo lejos. «Llegó la mosca»
—Creo que me querías ver—comenté, bajando con una telaraña negra.
—¿Quién demonios eres tú?—me preguntó, totalmente sorprendida y confundida.
—Soy Spiderman—dije de manera burlona.
—No, no eres él. Tu eres un monstruo—comentó ella, totalmente asustada.
—Tienes razón. Yo soy un monstruo, así que puedes llamarme Venom—y ella palideció.
—¿Dónde está Peter Parker?—preguntó mientras se alejaba a la salida. Actúe rápido y selle las salidas con mis telarañas, y salte para caer frente a ella.
—Peter Parker está aquí—dije mientras me sacaba la máscara negra, y ver su rostro totalmente anonadado, fue lo que más disfruté—Te llego la hora mosca—dije. Y ahí fue cuando la ataque.
Despedazar era un buen término, para explicar lo que pasó con el cuerpo de esa profesora. Siempre que no se reconozcan los pedazos del cuerpo. Estuve por primera vez agradecido, de haber sabido de ese simbionte Venom ¡Gracias Harley!
—¡Vanesa!—y llegó mi segunda presa.
Felicidades, ahora mismo falta solo cinco, para el final.
