Otro Día

409 59 28
                                    

«No gracias» pensé cuando recibí aquella noticia, ya bastaba con aquellas cartas y esas notitas extrañas, y ahora solo pasaba algo peor, el mundo aun siendo un maldito desastre, me odia.

Pero la carta de hoy tampoco ayudaba, no era bueno, en ningún momento, pero se estaban volviendo más personales y detallistas.

Me dirigí a la sala de profesores, cuando vi a este chico que siempre se duerme en mi clase, Parker junto con su amigo, Ned, creo que le dicen.

Parece muy serio y hasta inteligente, pero nunca logra mucho en mi materia, quise acercarme a hablar con él, pero el timbre sonó en el momento justo, así que preferí seguir con mi camino, pero rompiendo con cualquier pensamiento lógico, estaba este sentimiento, el de una mirada que se clavaba en mi. Intente encontrar al dueño de este molesto sentimiento, pero este mar de alumnos no lo hacia fácil, me rendí e intente continuar con mi día lo más normal posible.

Al final del día, estaba en la azotea de nuevo, creo que era una mala costumbre que me empezaba a gustar, venir aquí y mirar el paisaje pensando que es todo un desastre, como siempre. Perderme en mi mundo de pensamientos incoherentes y desastrosos, hasta que volvió a aparecer.

Creí que como superhéroe, era serio y distante, pero se sentó a mi lado como si fuera mi amigo o algún conocido cercano, y entonces comenzó a suspirar.

—¿Estas bien?—pregunte para romper la tensión.

—Pues bien...Ya sabes, deteniendo a los tipos malos y recibiendo algunos golpes—contestó Spiderman.

—¿Y por qué no los matas y ya?—pregunte algo desinteresado.

—Porque matar está mal—contestó casi mecánicamente.

—No se. Y si alguna vez te cansas de hacer siempre lo mismo ¿Qué harás?—entonces vi como él se levantaba y se acercaba más a mi, este sujeto no conoce el espacio personal.

—¿Te preocupas por mí?—preguntó con cierto tono emocionado, yo me avergoncé ¿Me preocupaba por él? Claro que no, digo si estuviera preocupado no sería especial, es un héroe al fin y al cabo— Igual tengo una razón para luchar contra el mal, es algo así, como una persona especial—dijo de manera infantil.

—Espera ¿Cómo? ¿Acaso tienes novia?—pregunté sorprendido. Cosa de la cual me arrepentí, ¿Qué me importa a mi lo que tenga él en su vida? Maldición, ahora tendré que estar aquí, escuchando algo, que posiblemente no me importe.

Solo TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora