Sorpresa

266 35 20
                                    

Estaba tan agotado de todos los exámenes físicos que me hizo hacer Bruces. Ni siquiera recordaba a qué hora había llegado.

Cuando me levante, no dude en irme a bañar. Mientras me bañaba caí en cuenta que era sábado y que me tenía que encontrar con Peter hace seis horas. Me vestí lo mejor que pude y salí de mi departamento.

Miraba mi celular como un idiota preocupado, y entonces me acorde que había "tomado sin permiso" el número de teléfono de ese niño. Entonces lo llame y las casualidades de la vida él contestó, con una sonrojada cara, ¿Y cómo se supone que se eso?

Porque él estaba frente a mí, con su mochila y me miraba sorprendido, con sus ojos brillantes y ansiosos, que intentaba disimular. Yo recobre mi compostura y corte la llamada, tosí falsamente, porque no sabía cómo iniciar una conversación con este alumno.

—Hola niño—salude algo apenado, por llamarlo.

—Hola profesor Wilson—contestó apenado, pero sin dejar de mirarme—¿Puedo ayudarlo en algo?—esa pregunta me tomó por sorpresa.

—¿Cómo?—actúe sin pensar, sabiendo que era la pregunta más estúpida que podía decir.

—Me estaba llamando—en medio de mi reprimenda metal, él habló—¿Cómo consiguió mi número?—continuo—no me acuerdo el momento en que se lo dí—explicó mirando la pantalla de su celular—¿Me llamó porque se preocupa por mi?—no se en que momento, pero al parecer este niño empezó a caminar hasta a mí, mientras yo empezaba a retroceder por el simple hecho de que no me gustaba que los extraños se me acercaran—sabe, me preocupe cuando no llegó a nuestra cita de estudio—esas fueron las palabras claves para reaccionar.

—¿Me estuviste esperando?—pregunté mientras miraba el reloj en mi teléfono.

—Si. Pensé que vendría pronto, pero los minutos se hicieron horas—aclaró, entonces me di cuenta que este niño, es muy bueno echándome la culpa, o en serio es un ser muy inocente.

—¿No almorzaste?—preguntó ahora si, bastante preocupado, ya lo veía desmayándose, además de parecer tan frágil.

—Lo hice, pero fuera de mi casa—eso sí fue un golpe directo a mi falta de responsabilidad.

—Está bien, entiendo niño. No debí faltar—aclare viendo como él sonreía—lo siento—entonces lo vi, esa sonrisa que parecía tan inocente, se deformo mostrando algo siniestro, aunque espero que haya sido producto de mi mente perturbada.

—No se preocupe. No pasó nada malo—contestó con ese tono inocente que de alguna manera me daba desconfianza, no entendía muy bien por qué.

—Bueno, ya que estás aquí. Sonara raro, pero aun puedo darte esas clases—Peter parecía emocionado, si fuera yo, ya me habría golpeado por decir algo que se podría mal pensar.

—¿En su departamento?—

—Claro, pero está bien que desconfíes. Digo, no me conoces lo suficiente y ya sabes, si te parece raro, puedo llevarte a una biblioteca pública, o a alguna cafetería por aquí...—intente explicarme.

—Esta bien profesor—contestó interrumpiéndome—me da un poco de vergüenza estar con muchas personas—comentó.

—Esta bien, entonces sígueme—fue lo único que le dije, mientras lo guiaba a mi departamento—tranquilo, no te haré nada que no quieras—bromee y él solo se sonrojó, parecía perdido en su mente—ponte cómodo, yo iré a buscar unos libros, ya vuelvo—él empezó a buscar algo en su mochila, bastante desesperado a mi parecer.

No es que desconfíe de él, en particular, pero me interesa ver sus reacciones, porque tengo la firme creencia de que no existe alguien realmente bueno.

—¿Tengo algo en el rostro profesor?—mierda, se dio cuenta.

—No, solo me preguntaba... ¿Cómo es que pareces tan joven?—si no estuviera él en mi sala, hace mucho me hubiera golpeado contra la pared—Dejando eso de lado. ¿Tienes tus apuntes?—pregunté.

—Solo algunos, normalmente le pido a Ned—me explicó, yo me acerque a un librero y tomé un par de libros, y fui a sentarme frente a él.

—Está bien, veamos conceptos con todas las teorías básicas de este libro—aclare mostrando un libro de tapa azul.

Parker me demostró su inteligencia durante toda la tarde. Estaba tan feliz y orgulloso de que entendiera todo los conceptos, además de su brillante capacidad para razonar y debatir conmigo, en este momento pude ver lo que los otros profesores veían en este chico. Tenía un futuro brillante si seguía así. 

Solo TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora