𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐋𝐢𝐞 ➤ Han Seojun

♨０６

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Camino junto a las chicas por el pasillo hablando de temas triviales. Soy sujetada por SooAh y a su vez, sujeto a Jugyeong.

— Oye, Jugyeong. Te ves sin vida. ¿Sucedió algo malo? — pregunta Soo-jin al notarla muy callada. Me pregunto lo mismo.

— Oh, no. No pasa nada — dice. Luego ve su celular y su expresión tranquila pasa a ser una de miedo en cuestión de segundos — Espera, tengo que ir a un lugar.

Se suelta y sale corriendo por el pasillo empujando a varios por el camino.

— Últimamente está rara — comento. Ambas chicas a mi lado están de acuerdo conmigo. SooAh nos empuja hacia el comedor pero Soo-jin se suelta murmurando algo y sale detrás de Jugyeong sin decir más palabras.

Hoy todo el mundo actúa extraño.

[...]

“Jugyeong 🍒

Te necesito”

Trato de caminar con rapidez por los pasillos de la escuela preocupada por el mensaje de Jugyeong. Sólo me envió eso y luego que entrara al teatro. Lo hago y veo que hacen las pruebas de talento. Me siento en una butaca con una pequeña idea de que estará haciendo ahora la chica y le envío un mensaje.

“Yo.

¿Qué se supone que haces?
¿Dónde estás?
Lim Jugyeong!
Oye, responde.”

Visto ✓✓

Veo a varios grupos pasar. Algunos realmente dando lo mejor de sí en el escenario y otros...dejando al resto sordos.

Frotó mi oreja luego de la que parece la última concursante pasar al escenario y las puertas detrás de ella son cerradas por los ayudantes de teatro. Ni rastro de Jugyeong. Me levanto y salgo del teatro luego de que las audiciones acaban.

Y aún no hay rastro alguno de mi amiga.

Me detengo a medio camino palpando mis bolillos en busca de mi celular y dándome cuenta que no lo tengo conmigo. Lo dejé en la butaca. Mierda.

Giro y corro por los pasillos viendo la puerta ni tan lejos. La encuentro abierta y a un chico de espaldas viendo algo dentro de la sala. Lo ignoro y paso por su lado dirigiéndome a dónde me senté anteriormente. Para mi alivio, veo mi celular en el reposabrazos y esta vez me aseguro de guardarlo dentro de mi bolsillo.

La música que suena llama mi atención. No es común escucharla a menos que estés en un antro o con tus amigas.

María, de Hwasa.

Veo hacia el escenario y lo que veo me sorprende. Jugyeong, la misma chica tímida que le da vergüenza hacer muchas cosas, baila con soltura la coreografía de la canción.

♬ María, María ♬

Parpadeó varias veces sin creer que la chica que baila es la misma chica que se sonroja si recibe un halago. Miro hacia la puerta y el chico que estaba de espaldas cuando ingresé y no tenía identidad para mí, ahora su rostro toma la forma de mi hermano.

Cuando la chica acaba y se presenta, las luces se encienden revelando al personal administrativo de la secundaria en lo que parece una junta directiva por las proyecciones que se ven detrás de Jugyeong.

Cubro mis labios con mis manos tratando de ocultar la risa que la situación me provoca. Sin querer ver más la vergüenza que está pasando la chica, salgo del auditorio con sigilo por la otra puerta.

Pobre Jugyeong.

[...]

Se murió 2.

Pienso al entrar en mi habitación y ver el pequeño cuerpecito del pez flotar por el agua de la pecera y al otro más abajo nadando tranquilo. Le echo un poco de alimento al pez que queda y sacó al otro suspirando. Ya comprobé que no puedo cuidar de otro ser vivo aparte de mí.

El pitido que emite la puerta al ser abierta me distrae y salgo viendo al único que sabe el código entrar a mi departamento con una pequeña sonrisa jugando en sus labios. Me cruzo de brazos y espero que se dé cuenta de mi presencia.

Y como no lo hace, no me queda más que simplemente quitarme la chola y tirarsela a la cabeza. Le pega justo en la frente y me ve con incredulidad sosteniendo la chola que le lance.

— ¿Y esto por qué fue? — pregunta.

— Por idiota — me encojo de hombros con simpleza. Su semblante cambia por uno más alegre, suelta la chola, se gira y se va sin decir palabra alguna.

Vaya bipolar.

Voy hacia mi cocina y solo veo envases vacíos así que supongo que no solo Suho estuvo aquí. Agarró un poco de efectivo, mi cartera y salgo del departamento.

Camino por varias cuadras hasta encontrar un pequeño local no tan lleno de gente y entro. Agarró una cesta y la empiezo a llenar conforme avanzó por los pasillos llenos de estantes de diferentes cosas.

Ramen.
Chocolate.
Arroz.
Chocolate.
Carne seca.
Chocolate.

Cojo la última barra de chocolate que consigo y me dirijo hacia la caja. Una pequeña chica toma la cesta y va pasando producto por producto por esta. Hace una mueca al ver tanto chocolate en mi cesta y me mira. Sus ojos se abren con sorpresa y tocó mi rostro con disimulo buscando aquello que hace que me mire así pero no lo consigo. Estoy..normal.

— ¿Eres Si-han? Vaya, eres más bonita en persona — murmura.

Frunzo el ceño y le doy mi tarjeta cuando me indica el monto a cancelar. Me sigue observando cada pocos segundos.

— ¿Me conoces? — le pregunto cuando me devuelve la tarjeta. Saca varias bolsas del estante y va envolviendo mis productos uno por uno mientras asiente.

— Sí. Digamos que eres del grupo de chicas hermosas de la escuela y tú promedio es impecable. Me da envidia — lo último lo susurra sin pensar y un color rosa sube a sus mejillas.

— Lee Si-han — estiró mi mano. A pesar de su sorpresa, deja las bolsas de lado y toma mi mano sacudiendola con firmeza. Me agrada.

— Han Go-woon.

Quiero seguir conversando con ella pero un grupo entra a la tienda y por ello su trabajo aumenta. Me despido con una pequeña reverencia y salgo de la tienda con mis compras a la mano.

Han Go-woon.

No se porque últimamente todas las personas que conozco tienen ese apellido. Parece que los Han me persiguen y confirmo esto al ver una moto aparcada afuera de la tienda con el dueño de la misma recostado en esta mirando a la nada con gesto pensativo.

Es Seojun.