Capítulo 11: El engaño, un claro móvil

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El día avanzaba de manera rápida ya era casi medio día mientras Boun y Prem llegaron a un estudio de grabación. Ese lugar se estaba grabando una escena de acción para una película que dentro de poco saldría.

-Venga ya, enserio están en mitad de una grabación, necesitaremos una orden para poder entrar y eso nos llevara unas horas-

-Déjamelo a mí-

-Recuerda que si haces algo ilegal voy a tener que arrestarte-

En ese momento Boun ya estaba abriéndose paso por la gente que se encontraba allí observando la grabación, así que no pudo oírlo. La único que pudo hacer Prem es esperar y rezar para que su superior no se entere de los actos de Boun.

-Disculpe, perdón, perdón. Gracias-

-Eh, espere señor no puede entrar ahí- dijo uno de los seguratas intentando frenarlo. 

En ese momento Boun se colocó en el centro de la pista donde se estaba grabando una escena de una persecución policiaca. En cuestión de segundos un coche medio volando aterrizo al lado de Boun.

-Pero, ¿Quién es este tío?, ¿Qué coño se cree que está haciendo?- dijo el director de la película enfadado. 

Como de costumbre Prem tuvo que entrar a toda prisa a defender a Boun de sus actos y hacer que no se metiera en más líos.

-Perdón, ¡lo siento! Disculpe. Lo siento este idiota- mirando a Boun con enfado –viene conmigo-

De aquel coche que acababa de volcar al lado de Boun salió un hombre.

-Un momento, ese no es Hallen Ross-

-Claro que no, es su doble para las escenas peligrosas ¿Qué coño ocurre?-

-Tenemos que hablar con el señor Ross-

-Se encuentra en su camerino-

Después de todo lo ocurrido Prem solo pudo mirar a Boun con cara de enfado y solo pudo rodar sus ojos cuando Boun lo miró con una expresión de "ya lo sé Prem".

-Vale, puede ser que la haya cagado, pero no te enfades conmigo bebé - Boun solo ponía ojos de corderito hacia Prem para que lo perdonara.

-No me llames bebé, y vale por esta vez te lo perdono, pero a la próxima, juro que te mataré. Venga camina hacia el camerino y durante el camino te quiero calladito-

Después de unos pocos minutos llegaron al camerino y tocaron a la puerta. Cuando la puerta se abrió, un hombre salió para atenderlos. Su apariencia era bastante atractiva era alto, con la piel blanca y estaba musculado. En su rostro lo que más llamaba su atención era su mandíbula cuadrada, sus ojos azules y su pelo rubio. Perfectamente podía ser el típico actor adinerado que solo le importaba su apariencia.

-¿El señor Ross?-

-El mismo, quien intenta molestarme ahora- al ver a Prem el solo pudo quedarse mirándolo fijamente -Bueno la verdad es que si me molesta alguien tan lindo como tú no es ninguna molestia- intentando tocar su rostro con suavidad.

-Tócalo otra vez y juro que se te quitaran las ganas de tocar a alguien más por el resto de tu miserable vida- dijo Boun poniéndose delante de Prem para poder mirar al actor engreído directamente a sus ojos.

-Ok, me ha quedado claro y por cierto veo que tu perro es bastante protector- dijo mirando a Boun.

Boun solo intentó abalanzarse sobre Hallen, pero Prem lo paró y se colocó entre ellos. Al cansarse de que los dos lo trataran así, el mismo cogió a Hallen y lo estampo contra la puerta del camerino.

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