«O24»

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«Miedo»

Narra _______

-Ah, sabes sobre eso. Esta situación se pone cada vez peor...

-¿Tienes idea de lo valioso que eres, como para que luego de tanto tiempo sigan buscándote? No creí que siguieras vivo... pero aquí estas, protegiendo a nuestro ganado.

-¿Me estás reprendiendo o algo así?

-¿Sabes el alboroto que provocaste cuando escapaste de Kärsiä? Y solo empeoró cuando supimos que fue aquella humana la que te ayudó... los Ratri nunca dejan de meter sus narices en asuntos ajenos.

¿Qué...? ¿"Kärsiä"? ¿los "Ratri"? ¿Qué tienen que ver conmigo?

No, no es importante en este momento. Debo centrarme en salvar a Ray.

-Creo que no sabes a quién me refiero.

-No, no tengo la menor idea. Pero te propongo algo -empecé. Él movió la cabeza con incredulidad-. Me entregaré si lo dejas ir.

Señalé a Ray detrás mío.

-Suena bien. Ese niño no se compara al valor que tiene cada minúscula parte de tu cuerpo. Estoy seguro de que tienes un sabor extraordinario, no por nada solo los demonios de clase alta tienen permitidos come-...

-Sí, sí, ya, solo cómeme.

Un fuerte mareo me golpeó luego de ponerme de pie. Provocando que perdiera el equilibrio por un segundo y que llevara una mano a mi frente.

Unos tirones en mi suéter me hicieron voltear, encontrándome con Ray.

-No... no lo hagas... -pronunció con dificultad, aún en el suelo. Antes de que pudiera responder, el demonio me interrumpió.

-En otras circunstancias habría aceptado. Sin embargo, esa no fue la orden que se me fue dada.

-¿Qué...? -giré molesto. -¡No! ¡No, no, no! Dije que puedes comerme, ¿acaso no quieres probar la carne de un fenómeno como yo?

-Mira, te dejaré. No tienes nada que yo quiera. Solo tomaremos al niño y...

-Dejaré que me comas si lo dejas ir.

-No.

-Digo lo mismo.

El demonio suspiró.

-Tu opinión no nos importa. Entrégalo y te dejaré ir por esta vez.

-No lo dejaré...

Mi cuerpo empezaba a tambalearse, y escuché un fuerte pitido que me complicó oír correctamente las palabras de ese tipo.

-¿Y que te parece esto? Si no me dices donde está, te regresaré al mismo hombre que te puso en aquella planta. De seguro me darían una buena recompensa por...

Te regresaré al mismo hombre que te puso en aquella planta.

«Si vienes conmigo, volverás a verlo»

¿El mismo hombre?

Quedé petrificado.

Mi corazón se detuvo. Aquél pensamiento desencadenó una explosión de recuerdos de los cuales no tuve control. Un hombre. El mismo hombre. Volver a verlo. ¿Ver a quién? ¿Ver a quién? Verlo de nuevo. Ver a...

Miedo.
Un temor tan profundo que resultaba abrumador. ¿El dolor volverá? ¿Volveré a esa oscura habitación? ¿Que habitación?

Caí al suelo de rodillas sin darme cuenta. ¿Por qué siento esto?

𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼      the promised neverland & male reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora