«OO9»

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«Mariposas»

—Gilda y yo decidimos observar a mamá de nuevo, y notamos algo extraño —explicó Emma—. Ella desaparece antes de las 8:00 cada noche...

—¿Desaparece? —preguntó Norman.

Nos reunimos en los dormitorios de la casa. Gilda y Don también estaban presentes, por lo que me mantuve cerca de Norman ya que pensé que Don me odiaba lo suficiente como para no querer ver mi rostro.

—Sí, no hay señales de ella por ningún lado de la casa —bajo nuestra atenta mirada, Emma se arrodilló ante la cama y puso una libreta sobre ella, garabateando algo similar a un mapa—Esta casa tiene un cuarto secreto.

—¿Enserio? —Don cuestionó sorprendido.

—Sí. Ubicado aquí —ella tomó una pluma y señaló en la libreta un punto intermedio—. Está junto a la habitación de mamá, el baño y la lavandería están junto a su cuarto. Pasando, del otro lado de la pared, está su oficina —trazó una línea—Pero esto quizá no es una pared.

—... Emma, no te entendí nada. —Hablé. Ella negó con una leve sonrisa.

—También noté que cada vez que mamá desaparece, siempre entra a su oficina o a la lavandería. —Gilda dijo pensativa.

—Medí la distancia dentro del cuarto y la distancia del pasillo... y no concordaron, son diez pasos sobrantes.

Blah, blah, blah.

En resumen, ambas encontraron un cuarto secreto, el cual sirvía para los reportes diarios de Isabella.

—¡Intentemos entrar!

—¡Ah!

El grito de Don me provocó un salto de sorpresa, me estaba quedando dormido.

No me culpen, esta clase de cosas son muy aburridas para mí, nunca estuve en una situación en la que debía depender de mi inteligencia. Ó sea, no sé si ser perseguido por una bestia cuenta.

—Es una forma de comunicarse con el exterior, ¡de hallar el paradero de Conny y los demás!

—Pero ella... —Me interrumpí a mi mismo llevando una mano a mi boca.

—¿Podríamos entrar tan fácilmente?

—¿A quién diablos le importa? ¡Aún así debemos intentarlo!

Don, esa boquita.... Se lo diré a mamá.

—No creo que sea buena idea —reuní valor y me dirigí a Don. Su ceño se frunció de inmediato.

—_________ tiene razón, no tiene caso ir tan lejos —me sentí especial cuando Ray estuvo de acuerdo con lo que dije—. Aunque sea un método de comunicación, quizá sólo esté conectado al cuartel general, y mamá no sabe a dónde enviaron a nuestros hermanos.

No me agradaba ocultarle la verdad a Don y a Gilda. Eso solo les da falsas esperanzas. Aunque quizá necesitamos un poco de eso para vivir.

—Así que, no hallaremos ninguna pista. Si somos descuidados, los rastreadores revelarán nuestra ubicación. No sabemos que tipo de seguridad tiene ese cuarto. Es muy arriesgado.

𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼      the promised neverland & male reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora