«OO7»

9.4K 1.1K 737
                                    

aaa, perdón por la tardanza, y también por los errores

«Sol»

—Pobre pequeño, estás temblando —Isabella cubrió los hombros de _________ con una manta. Tan pronto Norman le había dado aviso de su resfriado, la preocupación de la mujer se había reflejado de forma evidente en su trato. Extremadamente cuidadosa y delicada con él.

Lo incomodaba un poco.

—¡No me diga p-pequeño!

Ella rió.

—Ve a tomar un baño caliente y luego descansa en la enfermería, no queremos que alguien más se resfríe.



...



Cuando abrió la puerta de la enfermería, se encontró con un lugar notoriamente más reducido que los dormitorios. No parecía ser muy frecuentado por los niños, lo que hacía a aquella sensación de soledad y vacío en las paredes más notable. Lo único que decoraba el panorama eran las camillas.

Unas que no se veían muy cómodas.

Sin embargo hubo un par de detalles que resaltaron; su mente se encargó de subrayarlas en rojo. Tras el cristal de una pequeña estantería que se escondía en el fondo, divisó varios frascos de medicina, jeringuillas y suministros de suero. Agujas y un par de cosas más, qué no supo nombrar, pero que reconoció casi al instante.

Las alarmas en su cabeza se encendieron, y pronto, el miedo se incrustó en su pecho como una daga. Retinente a dar un paso más, su cuerpo le advirtió que era un peligro desmedido al cual encaraba. Le exigía una cosa, clara, y a la vez desesperada.

Esconderse.

De ellos.

De él.

...



—¡Holaaaa!

La voz de Emma recorrió animadamente cada esquina de la habitación. El silencio que la recibió la descolocó por un instante; y curiosa, dirigió una mirada inquisitiva al interior en busca de su amigo.

Pero en lugar de encontrarse con él, postrado en cama como probablemente debería, se halló con una especie de fuerte de almohadas construído torpemente sobre una de las camas que bordeaba en la esquina de la enfermería. Dio un par de pasos en su dirección, y entre el desorden de cojines y sábanas que se alzaban, vislumbró a un _________ asomarse tímidamente, lo suficiente para dejarse ver.

Sus ojos examinaron la habitación con angustia, y al encontrarse con ella adoptaron más familiaridad.

—Oh. Hola... Emma.

—... ¿_________? Oh, ¡Me enteré que te resfriaste, así que vine a hacerte compañía!

Emma le mostró el pulgar con una sonrisa que contagió a su amigo.

—Muchas gracias, no sobrellevo muy bien estar solo.

—¿No? Lamento ser la única que vino. Todos se estaban preparando para dormir, pero yo me escabullí —sonrió de forma radiante, sentándose al borde de la cama— le pregunté a Don y a Gilda si querían venir, pero se negaron. Sobretodo Don, parecía un poco.. ¿resentido? están raros hoy. ¿Sabes qué les sucede?

𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼      the promised neverland & male reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora