«OO5»

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«Honestidad»

—¡Buenos días, Norman!

Una voz infantil llegó a mis oídos. Mi cuerpo, moviéndose por inercia se incorporó para encontrarme a un Phil confundido al pie de la cama.

—¿Uh? ¿_________? ¿Dormiste con Norman? 

Solo alcancé a balbucear una vaga respuesta antes de volver a caer dormido.

Narrador Omnisciente (:0)

Una vez despierto, Norman se encontró con el pequeño cuerpo que reposaba tranquilamente sobre él, y fue incapaz de contener su sonrisa.

—Buenos días, Phil. Ya iremos desayunar. Antes debo despertar a _________... —y picó la mejilla del nombrado.

Phil asintió con una sonrisa y abandonó la habitación, dejando solo a Norman con _________.

Ahora que lo tenía tan cerca, se veía tranquilo.

En primera instancia, su llegada le insinuó problemas, más problemas para su escape. Algo con lo que debería lidiar más tarde. Una piedra en el camino. Pero pasó de ser una piedra en el camino a _________, el chico que siempre patea piedras por su camino. Pronto se le hizo evidente e impresionante el contraste entre todo lo que él conocía, y lo que _________ representaba. Parecía tan sólo un niño. Un niño dejándose sorprender por los detalles más ínfimos de ese nuevo mundo que se le presentaba. Él se sentía atraído por todo lo nuevo y para Norman, _________ era lo nuevo.

Fue gracias a eso que su opinión acerca de él fue lentamente transformándose, hasta que un interés genuino nació en su corazón. Un sentimiento que fue capaz de confundirlo, y que reconocía, era inevitable, pues, ¿cómo no entregarse a la curiosidad que le generaba? Se sentía atraído por esa chispa entusiasta en sus ojos. Esa actitud infantil pero al mismo tiempo ingeniosa que le resultaba tan carismática. En su interior había un impulso que lo influenciaba a encontrar nuevas oportunidades para conocerlo más a fondo, incluso si fuesen en los detalles más triviales; ya sea un breve "buenos días" por la mañana, una charla instructiva de sobre cómo usar una cuchara, o qué era y para qué servía una escoba.

O incluso, invitarlo a dormir con él al verlo tan inquieto.

"Curiosidad", pensaba él. Una curiosidad que hacía danzar su corazón más rápido. Algo que no sobrepasaba lo amistoso.

O eso creía.

—_________, despierta...

Fue abriendo los ojos lentamente, y lo primero que se encontró fue con esa mirada azulada que lo recibió de forma cálida. _________ bostezó.

—Tu cama es más suave que la mía. —habló, encogiendose entre las sábanas—... ¿Puedo volver a dormir contigo otro día?

Una especie de vértigo agradable revoloteó por su estómago. Sin siquiera dudarlo y con una amplia sonrisa, Norman asintió.

—Todos los días, si quieres.


...


En el desayuno, a _________ le pareció que la comida había perdido un poco su sabor. O quizá fue que estaba tan distraído que no se detuvo a disfrutarla.

A penas se separó de Norman, los pensamientos acurrieron a su mente como fuertes corrientes de agua imposibles de detener. Su mirada lo evitaba, se esforzaba en hacerlo; pero por más que viajaste de aquí a allá, acababa viendo lo mismo.

𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼      the promised neverland & male reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora