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- ¡Kenma! ¡Por aquí!.

Una voz femenina que conocía muy bien lo llamó desde el centro de la cafetería de su escuela. El chico se sonrojó por la vergüenza.

Era su primer día de clases en preparatoria y sus mejores amigos de segundo año ya se encontraban haciendo escándalos.

Al llegar allí con la mirada agachada se sentó a un lado de la fémina y al frente de su mejor amigo.

- Les he dicho que no griten mi nombre en público.- se quejó sin retirar su mirada de la consola.

La mayor hizo un gesto con las manos restándole importancia.

- Si es porque no deseas atención, creo que eso va a ser un poco difícil, eres un tanto famoso en esta preparatoria.- aseguró mientras sonreía orgullosa por su trabajo pero también un poco nerviosa por el otro factor.

- Yo nunca estuve de acuerdo en esto.- avisó Tetsurō con una sonrisa cómplice a la chica.

- Claro que sí, no seas tramposo, gato pulgoso.- le susurró entre dientes a su hermano.

El menor no entendía mucho pero supuso que estaban hablando de su obligación al participar como modelo para la teñida.

Se venían días fastidiosos para el pequeño armador.

Se venían días fastidiosos para el pequeño armador

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- Por favor, un descanso.- pidió exhausto el niño menor en el suelo, no importándole mucho la suciedad de éste porque él tampoco estaba muy limpio.

Los mayores lo siguieron con unas risitas divertidas.

- Eres un vago, Kenma-kun, solo fueron unos minutos.- aseguró la chica riendo burlona por la poca resistencia del menor.

- ¿Minutos dices? ¡Fueron horas del infierno!.- exageró el pequeño con los brazos a cada lado de su rostro y respirando con dificultad.

Los mayores rieron divertidos mientras se pasaban el balón por encima de Kenma.

Éste cerró los ojos pensando que se iba a marear si continuaba mirando el balón ir de aquí para allá.

- Vamos, Kenma, es divertido jugar voleibol.- aseguró Tetsurō con una amplia sonrisa mientras seguía pasando el balón a su hermana.

El niño se quedó callado pensativo.

- Además de divertido, te cansas y cansarse es genial.- aceptó la chica mientras le tiraba un balonazo en la cabeza a su hermano.

- ¡Oye!.

Ignorando las quejas de su hermano se dirigió a Kenma, dándole una mano para que esté se incorporara con dificultad.

- Debo aceptar que fue solo un poco divertido, sin embargo, cansarse no lo es, prefiero estar tranquilo con mi consola.- musitó mientras se encorvaba de hombros esperando que los mayores se enojaran con él.

- Está bien, Kenma, haz lo que te divierta, nosotros te acompañaremos si así eres feliz.- dijo Tetsurō seguro de sus palabras con una sonrisa compasiva, mirando a su hermana quien le devolvía la sonrisa.

El menor abrió los ojos sorprendido y luego asintió con una leve sonrisa por los increíbles amigos que tenía. Comenzó a caminar alejándose de ellos mientras decía.

- Mamá hizo tarta de manzana, supongo que podría invitarlos a comer.

Los mellizos se miraron asombrados mientras se les hacía la boca agua, asintieron aunque Kenma no los pudiera ver y corrieron detrás del menor.

- ¡Claro!/¡Por supuesto!.- dijeron al unísono mientras saltaban emocionados, recibiendo una leve sonrisa por parte del menor.

¡Look Here, Kenma! || Kozume KenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora