Suspiró, apoyando su mentón en el dorso de su mano, un poco irritado ante la tardanza de su novia. Hasta que una exclamación, lo hizo desviar la mirada.
- ¡Pudín! ¡Mira hacia aquí!.
Casi después, un flash lo cegó por unos segundos, obligándolo a cerrar los ojos y a hacer una mueca adolorida.
- ¡Hina idiota! ¡Avisa antes!.
Se quejó a la vez que se restregaba los ojos con sus dedos y la fémina se acercaba hasta la mesa correspondiente.
- ¡Lo siento, Pudín hermoso! No puedo evitar querer fotografiarte todo el tiempo.
Replicó con un puchero en sus rosados labios a la vez que guardaba otra vez su cámara en su mochila y saludaba al menor con un casto beso en sus labios, quien solo resopló con un tenue sonrojo en sus mejillas.
- ¿Esperaste mucho?.-- preguntó aunque ya conocía la respuesta.-- Hoy entró una nueva estudiante al club y estuve ocupada tratando de que se sintiera cómoda.
Informó mientras sacaba todos sus materiales de su mochila, libros, lápices y hojas blancas.
- Supongo que se trata de Tsubasa-san.
Comentó el muchacho mientras jugaba distraídamente con un lápiz entre sus dedos. La fémina lo miró levemente asombrada para después asentir con su ceño fruncido, preguntándose porqué su pareja la conocía.
- Sí, honestamente, no sé que decir sobre ella.- negó con su cabeza desordenando sus mechones violetas a la vez que tomaba la mano de Kenma debajo de la mesa.
- Hablamos unos momentos, era agradable y educada.- afirmó asintiendo pero luego después hizo una mueca con los labios y encogió su nariz en señal de desagrado.
- Hasta que llegó Yaku, regañandome por haber dejado tirada la mochila en el club de voleibol otra vez.- sonrió un poco recordando a su mejor amigo pero luego volvió a fruncir el ceño.
- Cuando él se marchó, el rostro de Tsubasa-san no mostraba emoción alguna, me miraba con desagrado.
Afirmó para luego levantar la mirada de sus apuntes en su libreta y posarla en Kenma que tenía una mirada extrañada en sus ojos viendo sus dedos entrelazados
- Pensé que se debía a que olvidé su presencia, tampoco recordé presentarla, pero igual no veía eso suficiente como para que se enojara.
Negó con un puchero, preguntándose qué había hecho mal para que la menor la mirara de aquella forma.
- ¿Estás segura? Ella es bastante agradable, incluso a Tetsurō le cae bien.- comentó mientras apretaba un poco la unión de sus manos sin percatarse de la mirada sorprendida de su novia.- ¿Acaso hablaste algo con Yaku que pudo molestarla?.
Cuestionó curioso, a la vez que alzaba la mirada, viendo el gran ceño fruncido que tenía la mayor.
- Recién la acababa de conocer, no puedo decir algo que le moleste, tampoco tenía la intención de hacerlo.-- dijo como si aquello fuera obvio para después soltar las manos del Kozume, tomar un lápiz y escribir ejercicios de física en una hoja blanca para dársela al menor.
Kenma frunció el ceño al ver como la mayor se alejaba de su toque sin estar consciente de los pensamientos de la fémina.
¿Cómo conoce Tetsurō a la nueva estudiante? ¿Le cae bien? ¿Cómo, si recién llegó ayer a la preparatoria?.
