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- Bien, ahora de costado.

Pidió esperando a que el menor posara como ella pedía.

Sin embargo, una mirada exhausta fue lo que recibió por parte del chico.

- Hina, ya son suficientes, quiero ir a jugar videojuegos.- reclamó mientras se retiraba la chaqueta que la mayor le había obligado a utilizar.

- ¡Pero, Pudín!.- reprochó haciendo un puchero que fue adorable para el menor, sin embargo este se encogió de hombros y cogió su consola que se encontraba a un lado de la de cabellos púrpuras mientras comenzaba a caminar de vuelta a su hogar, ignorando las quejas de la fémina detrás de él.

Habían pasado toda una tarde de sesión fotográfica con el chico nada emocionado y un poco sudado por el fuerte sol que había ese fin de semana.

- Yo quería tomar más, nunca tengo suficiente de ti, Kenma.- admitió con otro puchero mientras caminaba a un lado del menor con la cámara en su cuello colgando.

El armador se sonrojó y desvío la mirada al lado contrario de donde estaba la mayor.

Era sábado, por lo tanto, habían salido a tomar fotos para el otro día que era cuando le correspondía las fotos semanales a la chica.

- Me has tomado cerca de doscientas fotos,...- musitaba relajado al estar jugando en su consola mientras caminaba a un lado de la fémina.-...es suficiente.

Hina volvió a formar un puchero con los labios, sin embargo, solo se resignó a aceptar lo que afirmaba el menor.

Otro gran día junto a Kenma.- pensó la de segundo año y suspiró con una sonrisa amplia en el rostro.

- pensó la de segundo año y suspiró con una sonrisa amplia en el rostro

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- ¡Oh vamos, Pudín!.

Exigió dando pataletas en el suelo intentando arrastrar al menor que se encontraba sujetado fuertemente a las duras piernas de Tetsurō quien veía todo con una sonrisa divertida.

- Ya te dije que no, Hina idiota.- negó irritado agarrándose más fuerte al ver que la fémina insistía.

- ¡Sólo serán unos minutos!.- exclamó tratando de convencerlo.- ¡Tetsurō vendrá!.- chilló como última opción.

Su hermano negó burlón.

- Ah, ah.- negó moviendo el dedo índice delante del rostro de su melliza.- No me tomarás como carnada, hermanita.

La menor de altura bufó fastidiada por su actitud socarrona.

- ¡Bien! ¡Entonces se lo pediré a Tadashi-kun! ¡Él también tiene buen gusto!.- exclamó fingiendo estar dolida y soltó el pequeño cuerpo de un Kenma que ahora se veía arrepentido.

Se incorporó del suelo y caminó hacia la salida del club de voleibol. Cuando ya había tomado la perilla de la puerta para retirarse, se escuchó una exclamación apresurada.

- ¡De acuerdo! Iré contigo, pero promete que sólo serán unos minutos.

Exigió el menor de altura mirándola expectante.

Volteó con una sonrisa maliciosa y rápidamente asintió.

Kenma sintió un escalofrío al ver su expresión.

¿En qué me he metido?.

¡Look Here, Kenma! || Kozume KenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora