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- Ya basta, Hina.- detuvo a la eufórica chica que saltaba de un lado a otro con una cámara colgando en su cuello.
- ¡Oh, vamos, Kenma!.- se quejó con un puchero que como siempre, fue ignorado por el de ojos felinos, sin embargo, ella no daría brazo a torcer.- Solo una más ¿Sí?.- pidió sonriendo ampliamente mientras levantaba su índice, consiguiendo que el chico la volviera a ignorar y siguiera intentando ganar aquel nivel que ahora lo estaba irritando por su dificultad.
Al escuchar el característico click de la cámara al capturar una foto, incorporó su rostro dirigiendo una mirada fulminante a la de cabellos púrpuras.
Bufó exhausto al ver que la chica no desistiría.
- Con la gran cantidad de mejores cosas que hay para fotografiar..- murmuró y negó en desaprobación mientras suspiraba desganado.- No me uses como tu modelo para tus proyectos.- rechazó la idea de seguir tomando imágenes de su para nada bello rostro -según él-.
- Pero ¿Qué dices, tonto Kenma?.-cuestionó incrédula, le arrebató la consola Nintendo Switch de sus manos y antes de que éste pudiera quejarse, ella lo interrumpió.- Para mí, eres una de las cosas más bellas que he visto en mi vida y mereces reconocimiento por eso,...- asintió convencida mientras balanceaba el aparato en sus manos, hasta que lo adentró en su bolsillo trasero y lo miró emocionada con su cámara ya preparada.-...así que quieras o no, serás mi modelo.
El chico un poco sonrojado por sus afirmaciones se cruzó de brazos mientras refunfuñaba por lo bajo y desviaba la mirada.
- Vamos, no seas quejica ¡Mira hacia aquí, Kenma!.- exclamó a pocos centímetros del chico mientras le picaba la mejilla con el dedo meñique, aún sosteniendo su cámara.
- Está bien...- aceptó un poco fastidiado y exhausto por la insistencia de la de ojos verdes todos los días, la chica saltó emocionada mientras soltaba leves risitas de felicidad.-...pero devuélveme mi consola.
