Capítulo 1

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Izuku Midoriya era conocido como el chico de pecas de primero de preparatoria de UA por su adorable sonrisa que llevaba consigo al lugar al que fuere y su amabilidad con todo lo que se moviera. Realmente su ternura era algo que llamaba la atención en toda la escuela, para muchos era el estudiante ideal que cualquier maestro pudiera tener, su inteligencia y su sentido de responsabilidad daban mucho de que hablar.

Pero algo en particular había pasado en ese día, el chico caminaba con un paso lento, como si algo por dentro estuviera roto.

Sus ojeras hicieron que media escuela empezará a murmurar, parecía que el pequeño chico de pelo color verdoso hubiera tenido un día realmente malo. Y como el pecoso era tan amigable, se llevaba bastante bien con mas de la mitad de la UA, desde los de primero hasta los de tercero.

Fue en ese momento en que un chico rubio se le acerco a paso agigantados, tomando sus hombros con algo de preocupación.

-¿Sucede algo Midoriya? -resonaban las palabras lentamente en la mente del joven pupilo, que desperto de sus sofocantes pensamientos.

-¿E-eh?... si solo estoy algo cansado. -bostezo el menor y enfocó su mirada en esa persona que le hablaba. -No pude dormir mucho en la noche.

-¿Hay algo te preocupa? -decía con un tono de preocupación. -Realmente nadie se atrevía a acercarte porque te ves fatal amigo, y Uraraka no pudo asistir hoy a clases.

El rubio observo la mirada del pecoso y llego a la conclusión de que nada iba bien.

-No te preocupes Kaminari-san -sonrió. -Simplemente ayer me mude de casa, ya ves que mi madre se acaba de casar.

Asintió el rubio.

-Por ello me veo asi. -dijo el chico, apuntandose a si mismo, con una cara divertida, sus cejas lijeramente levantadas y sus abiertos ojos esmeraldas mostrando aun mas las grandes ojeras que decoraban sus lindos ojos, pero sus lentes hacían que pasaran un poco desapercibidas.

-¿Y como es tu casa? ¿Es grande? -curioso tomo la mano del peliverde para guiarlo hacia unas bancas dentro del campus de la gran Academia.

-Es... espaciosa, es linda.

Los dos se sentaron admirando el entrenamiento de los jugadores de futbol.

-Eso es bueno, lo importante es tener tu propia habitación y lo mas alejados de tus padres. -dijo el chico para sin poder retenerlo reír.

-N-no quiero que me hablas de ese tipo de cosas, por favor. -comento con cierto enfado.

-Lo siento jaja, no te hare sentir incomodo.

-Será mejor ir al salon de una vez el timbre sonará pronto.

-Si hombree, vayamos. -dijo resignado ya que se notaba que su amigo estaba enojado, realmente sus comentarios no fueron de ayuda.

Al llegar al salon logro ver que casi todos sus compañeros estaban en el aula, por un lado estaba Todoroki hablando con Iida mientras comía una paleta helada de limón.

Rapido imagino de que estaban hablando y se acerco a ellos para lograr escuchar la conversación.

-Por eso Todoroki no puedes comer en el aula, si manchas una mesa será difícil quitar la mancha y el olor, teniendo en cuenta que tienen mas de 5 años que se utilizan, piensa en ello en lo otras personas que las utilizaron y que ahora están a nuestro cuidado.

Izuku no soporto y se comenzó a carcajear, por fin podía alegrarse un poco después de ese día.

-No entiendo Midoriya-kun. -dijo Iida con inprobación, negando con su cabeza. -¿Qué es tan gracioso?

Mi Hermanastro Kacchan. (KATSUDEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora