Mi Hermanastro Kacchan. (KATSUDEKU)

Capítulo 11

¿Qué debería decirle a Kacchan? acaba de confesar que le gusto, y el no me disgusta para nada, de echo siempre me emociono cuando se trata de él, cuando sonrié, cuando juega en el equipo de fútbol, cuando come, cuando cocina es demasiado genial, cuando me habla y me dedica una sonrisa burlona, que para mi son demasiado lindas.

Observo que Katsuki volvía a la cocina, mientras se perdía en sus pensamientos.

Lo siguió a los segundos con curiosidad.

¿Por qué esta tan tranquilo? ¿No acaba de decir que le gusto?

Bakugou sin mucha importancia cortaba las verduras con una rapidez inhumana, mientras cocinaba la carne aun lado en la estufa.

Izuku miraba maravillado, realmente Kacchan era asombroso para sus ojos esmeraldas.

Si el quería podría ser uno de los mas famosos chef como salían en la televisión.

Quería volver a decirle si podría ayudarlo, pero al ver su semblante molesto prefirió no decirle nada y solo mirarlo.

De seguro Kacchan triunfara en lo que sea.

-Genial... -susurro.

-¿Tu crees nerd? -le dijo divertido.

Izuku se sonrojo, al pensar que lo había dicho en voz alta.

-E-eh yo creo que e-res genial Kacchan. -respondio tímido.

Bakugou dejo de un lado los utensilios de cocina y se acerco al pecoso con un semblante serio.

Se acerco lo suficiente para decirle al oído.

-Estoy empezando a pensar que quieres provocarme Deku.

-¿Provocarte? -sin entender ladeo la cabeza, olvidando por completo la cercanía del rubio a su persona.

El rubio beso su mejilla suavemente, para después en un inesperado momento morderla con un poco de fuerza, lo suficiente para que causara dolor.

-¡K-Kacchan! -le miro sonrojado y con su entrecejo fruncido. -¡No debes morder a las personas, no eres un perro!

El menor sobaba su mejilla por el pequeño dolor que le provoco Katsuki.

-Hay que comer Deku.  -sonrió con picardía. -¿O prefieres comer de otra forma?

El menor sin contestar esa pregunta se sento en la silla del comedor, con un rostro que reflejaba enojo y confusión.

El rubio trajo su plato después de un rato y lo coloco en la mesa frente al hambriento peliverde, que evitaba mirar a su amigo "especial" por lo de hace un momento.

Después el rubio volvió a la cocina y trajo con sigo su plato.

-Gracias por la comida. -comento el pecoso, sin apartar la vista de su plato, se veía delicioso.

El pecoso probó el primer bocado con mucho entusiasmo, siendo visto por Katsuki con detenimiento.

El chico asombrado por el sabor siguió comiendo con mucha alegria.

El rubio sonrió orgulloso para después comer tranquilamente.

El momento fue silencioso entre ellos mientras comian, y aunque fuera raro no fue nada incomodo.

Se podría decir que ambos disfrutaban del tiempo juntos, era pacífico y se sentía que era lo correcto, que siempre debio ser así.

Sus miradas se encontraron, siendo descubiertos al instante por ellos mismos, los dos analizaban el movimiento del contrario.