Mi Hermanastro Kacchan. (KATSUDEKU)

Capítulo 8

Al final Deku prefirió bañarse por si mismo, ya que se sentía mejor.

Y Kacchan decidió hacer algo de comer mientras este se duchaba.

Sus padres llegaron a los minutos, trayendo consigo el mandado, ingredientes, y entre otras cosas esenciales para el hogar.

-Hola Katsuki-san, ¿Donde esta Izuku? -preocupada la madre por su hijo, movía sus manos nerviosa.

-Ya no se preocupe señora Inko, el se esta duchando. -sonrío un poco para que la peliverde no estuviera nerviosa.

Y si que logró calmarla, suspiro y ayudo a Katsuki a hacer la comida, sabía que de vez en cuando este cocinaba, para su padre y él, pero ahora con Inko ya no tenia la oportunidad, pues esta se encargaba de todo eso.

-¿Estás preparando Katsudon? -pregunto sorprendida y con brillos en sus ojos.

-Si, aunque nunca lo había echo, asi que no creo que quede muy bueno. -dijo el rubio un poco avergonzado rascando su cabeza, ya que su padre a lo lejos sonreía de una manera divertida.

-Mira yo conozco una forma de hacerlo más facil, primero... -la mayor empezó a explicar detenidamente mientras le enseñaba la forma de partir la carne, y entre otras cosas que se necesitaban.

Masaru por atrás solo miraba la escena feliz, pues su hijo miraba atentamente todo lo que la peli verde le decía.

Mientras estaban dando las clases de cocina a Bakugou, el menor se ponía su pillama de All might, y colocaba una crema en sus labios para que se mejoraran, era inevitable que no se dieran cuenta, y trataba de pensar en la mejor escusa para que estos no se dieran cuenta.

Bajo por las escaleras, y noto como su nueva familia estaban todos en la cocina, y sonrió al ver a Kacchan cocinando junto a su madre.

-Izuku, mi niño. -le abrazo con ternura. -¿Qué sucedio? ¿te lastimaste? -pregunto viendo los labios del menor.

-Si por accidente me caí, y me lastime mi pierna y mi boca, no puse mis manos al caer.

-Ay mi hijo, nunca colocas las manos cuando caes, tienes una mala reacción al caerte siempre. -Dijo al recordar que eso le pasaba a menudo a su hijo de niño cuando se caía. -Que te pasará de nuevo a esta edad es raro.

-Si... no pude reaccionar. -comento tímido.

-Bueno hijo ¡animo! -la peli verde acaricio el cabello de su hijo. -Katsuki-san preparo katsudon, tu favorito.

El rubio se sonrojo y desvió la mirada, y solo chasqueo la lengua.

-Gracias Kacchan. -sonrió el menor tiernamente, provocando que el mayor se sonrojara mas.

-No lo hice por ti, a mi se me antojaba. -susurro el rubio, provocando que el peliverde riera.

El rubio se alegro al escucharlo reír, sentía que ya todo mejoraba.
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Terminaron de cenar y los dos adultos se retiraron para descansar, ya que sus trabajos eran algo pesados para ellos.

El rubio y el peliverde se sentaron en el sofá viendo alguna película animada que salia en los canales de la televisión.

La hora se hacia mas tarde (las 8:30) así que el rubio se coloco de pie.

-Deku ya me iré a dormir. -dijo el rubio, dispuesto a irse, pero Deku lo jalo de su camisa.

-K-Kacchan... -este le miro esperando a que prosiguiera. -¿P-puedo dormir contigo hoy?, ¡s-solo hoy!

Katsuki miro como el pecoso lo decía nervioso, y con su cara sonrojada, le agradaba esa vista, Izuku era muy tierno.