CAPÍTULO 22 "HERMANO"

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No podía creer que mi madre estuviera frente a mí, después de mas de veinte años.

-Yo se que tienes muchas preguntas...

-No quiero saber nada de ti. -Dije molesto.

-Vine aquí para donarle sangre a tu novia. -Dijo en voz alta. -Vi el anuncio y...

-¿Quieres la recompensa?. -Pregunté molesto.

-No. -Dijo asustada. -Pensé en volver a verte y que mejor forma que ayudándote.

-Entonces, si quieres ayudarme hazlo ya. -Dije mirándola fijamente.

La mujer se fue con una enfermera a poder sacar la sangre que necesitan.

(...)
Despues de que le hayan sacado la sangre. La mujer vino y se sentó a mi lado.

-¿Ahora si quieres hablar?. -Pregunto en voz baja.

-Solo dime algo que no sepa. No me interesa saber porque nos abandonaste, o que has hecho de tu vida. -La miré fijamente.

-Pues... James Diamond. -Dijo en voz baja.

-¿Qué hay con ese idiota?. -Pregunté molesto.

-Él... Es mi hijo. -Confezo con la mirada baja.

Al oír eso me puse de pie y sonreí nervioso, no me creía tal bajeza. James ¿Mi hermano?.

-Pero ese tipo es mayor que yo. -Dije nervioso.

-Él es mi hijo mayor. Lo tuve con el hermano de Jacob y tiempo después... -Me metí con tu padre y quedé embarazada. -Dijo con los ojos llorosos. -No tuve cabeza para ser madre de dos niños de padres muy diferentes... Y decidí escapar. Meses después supe que el hermano de Jacob murió. Intenté buscar a James, pero fue inútil.

-Es que no me lo creo. -Dije sentandome a su lado. -Ese tipo me odia y yo lo odio. Y ahora resulta que es mi hermano. -Dije con lágrimas en los ojos.

-Ahora lo que más me importa es entrar en tu vida, y que me perdones. -Dijo mirándome a los ojos.

-A estas alturas no se si podré perdonarte.

(...)
Después de varias horas el doctor nos había avisado que Fallon ya estaba mejor. Pase a verla y estaba aún inconsciente.

-Hola. -Me acerque a ella y tomé su mano.

-Hola. No quiero estar más tiempo aquí. -Dijo intentando levantarse.

-Espera. -La recosté con cuidado. -No hagas esto. Tienes que esperar.

-No. -Dijo fastidiada. -Quiero irme a casa. Sentarme enfrente de mi piscina y tomarme una botella de vino.

-Lo harás, solo ten paciencia. -Dije sonriendo.

-Eso es lo que no tengo. -Rodó los ojos.

Me acerque a ella y le di un beso en los labios.

-Creí que te perdía. -Dije en voz baja.

-¿Fallon Miller? ¿Morir? Jamás. -Soltó una risilla. -Todavía me queda mucho por vivir. Por ejemplo, ir a Tokio y disfrutar de su hermosa cultura.

-Te juro que después de todo esto, te llevaré. -Dije mirándola fijamente.

-Eso espero. -Sonrió. -Tengo un dolor en el vientre. ¿Puedes ir por el médico?.

Asentí y de inmediato salí a buscar al doctor. Me tope con mi madre y me detuvo.

-Pensé que estarías con Fallon.

-Si, estoy con ella. Solo que debo ir por el médico. -Dije buscando al médico.

-James ha venido a verla. -Dijo feliz.

Al oírla deje de buscar al médico y la miré fijamente.

-¿Qué?. -Frunci el ceño.

Estuvo a punto de responder, pero se escucho un grito provenir del pasillo. De inmediato corrí al cuarto de Fallon.
Me encontré con James al lado de la cama de Fallon, tomándola del brazo.

-Hola Kevin. -Dijo sonriendo.

Mi madre entró y se quedó detrás de mí.

-He de suponer que nuestra querida madre ya te dijo la verdad. -Dijo mirandome fijamente.

-Kevin. -Dijo Fallon asustada.

-Es curioso verdad. -Dijo James mirando a Fallon. -Somos hermanos y estamos enamorados de la misma mujer. -Dijo sonriendo.

James pasó su mano por el rostro de Fallon y intentó sobre pasarse pero me acerque.

-¡No la toques!...

Di un paso y James sacó un arma de su saco y me señaló.

-Aléjate o la mató. -Dijo señalandola con el arma. -Aunque pensándolo bien.

Me señaló a mí y la cargo.

-No dudaría en lo más mínimo en matarte a ti.

-Hijo por favor. -Dijo mamá entre lágrimas. -Esto es una aberración.

-¿Aberración? ¿No te parece suficiente que ni mis padre me hayan querido? Ni tampoco la chica que jure amar.

-Solamente hubo una persona que te amo hasta en su último momento. -Dije en voz baja. -Se llamaba Jacob Diamond, el hermano de tu padre. Que hizo hasta lo imposible por dártelo todo.

-¡No me hables de él!. -Exclamó molesto.

-Claro. Porque que desgracia que no llegaras a ser ni la mitad de hombre que él fue.

James se molestó y disparo el arma.

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