La teoría del caos.

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Titulo II El mecanismo terrenal

Capitulo 20 La teoría del caos.

Martes, diez de la noche.

En Grindmauld Place, el ambiente está lejos de ser confortable y familiar, mas bien antiguos aires de soledad e incertidumbre se apoderan de la antigua casona, como era habitual antes, hace años, en la época de la familia maldita que acostumbraba habitarla, los Black´s. Dos hombres caminan apurados por los estrechos pasillos, las sombras que hacen sus cuerpos por la contraluz de las lámparas dibujan formas extrañas, luego de deambular un rato por la casa, revisando cada rincón con precaución, inseguros de lo que llegarían a encontrar, pero sin duda buscando algo, finalmente llegaron al que es el lugar mas concurrido y el que todavía guarda algo de calor de hogar, el sitio de la comida, la cocina y deciden tomar un respiro.

-¿Qué buscamos?

-Nada en particular.

-Bien…..-dijo una voz quejosa- perfecto….nada. Como me gusta perder el tiempo contigo caray, claro, por supuesto, es comprensible, soy el cuñado soltero que no tiene NADA que hacer por lo que se supone que no le importará NADA…ayudarte a buscar NADA en tu casa. Genial.

-Solo estoy nervioso y necesito algo que hacer. Ginny y los niños se quedaran en la Madriguera hasta saber exactamente que esta sucediendo- afirmó Harry con preocupación mientras se sentaba. Sin su familia allí, esa casa tomaba de nuevo su aspecto lúgubre y desconsolador, eso no hacia mucho para mejorar su humor.

-Tú siempre sabes lo que esta pasando- contestó Ron imitándolo. Pronto quedaron frente a frente sentados en la mesa de madera de la cocina. Aun sin saberlo, quizás presintiendo sin estar seguros, las sombras de las tinieblas los acechan, a ellos y a todos los demás.

-No siempre- fue la respuesta de Harry mientras se acomodaba en su silla y apoyaba sus manos sobre la mesa. Sus ojos verdes fueron desde la pecosa cara de Ron, quien lo miraba crípticamente hasta el reloj mágico que en lo alto de la pared todavía señalaba con todas sus manecillas la palabra "Peligro de Muerte". Un súbito escalofrío recorrió su columna vertebral, de alguna manera no se podía quitar la sensación de inquietud de encima.

-Eso es toda una novedad- dijo Ron con pesimismo- pero entonces sino sabes NADA de lo que pasa por lo menos tienes una idea o ¿no?

-Quieres hacer el favor de no decir la palabra NADA en los siguientes veinte minutos de esta conversación- dijo Harry y Ron lanzó una carcajada.

-Todavía te picas por….NADA- se burló Ron entre risas, Harry refunfuñó, Ron pronto recuperó la seriedad-entonces Harry, tienes alguna idea o no.

- Bueno, realmente si tengo una idea aproximada de lo que está sucediendo-respondió finalmente Harry y dio un resoplido- pero no creo que te guste.

-Soy todo oídos- exclamó Ron.

Harry tomó varias tazas que estaban acomodadas en el centro de la mesa, empezó con una color rosa. La levantó ostentosamente y se la enseñó a Ron.

-Primero que todo- dijo Harry moviendo de un lado a otro la taza rosada antes de dejarla caer pesadamente sobre la mesa de madera- Hermione.

-¿Dónde rayos está?- Ron no pudo contener su impaciencia golpeando con un puño la mesa. El paradero de su antigua novia era algo que le tenia los pelos de punta, quizás se había dado cuenta tarde de que lo de ellos era amistad solamente pero igual estaba muy preocupado por su paradero- cuando aparezca me tendrá que oír. Voy a darle el rapapolvo de su vida

-Espera- dijo Harry, luego tomó otras dos tazas, una azul y una negra- este es Draco Malfoy- dijo Harry cogiendo la azul por el mango y colocándola a un lado de la taza rosada- Draco llevó a Hermione a San Mungo porque había salido herida en su casa de alguna forma que todavía no entiendo. Le salvó la vida, ¿Sabes que tienen estos dos en común?

LOS ARTEFACTOS INFERNALES (por Jos Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora