Vegetta se despertó sintiéndose radiante, era un extraño sentimiento de felicidad que le hacía sentir cosquillas en el pecho y mariposas en el estómago, llegó a pensar que parecía un adolescente pero así se sentía. Estaba acostado sobre el pecho del hombre al que amaba, el alfa con el que reía y bromeaba, con el que se entregaba a cada segundo y el que lo llevaba a muchos lugares que él si quiera se imaginó. Deseó quedarse en esa explendida habitación siempre, no salir y olvidarse de todo menos del alfa, pero tenían que regresar, a su casa, a la Universidad, a la realidad y no estaba seguro si todo sería igual.
Lo miró por entre sus pestañas para encontrar a Rubius mirando el techo con ambos brazos detrás de la cabeza, parecía estar demasiado concentrado.
-¿Qué haces?- preguntó aún con voz ronca, él lo miró y sonrió deslumbrantemente antes de responder.
-Pensaba- fue su respuesta mientras el omega se acercaba un poco más a sus labios.
-No… ya en serio, Doblas, ¿qué hacías?- se burló y él rió bajito.
-Siempre tan simpático, amor- contestó. Vegetta estaba dispuesto a responder pero los labios de Rubius silenciaron cualquier replica.
-Buenos días- murmuró contra sus labios-. ¿Cómo has dormido?- preguntó el alfa mientras lo estrechaba de su cintura y el omega entrelazaba aún más sus piernas.
-Las horas que he dormido, han estado bien… pero lo que no he dormido, ha estado mucho mejor- aseguró Vegetta para besarlo de nuevo mientras Rubius lo ponía sobre él-. Fue la mejor cita de mi vida- murmuró Vegetta seriamente, él asintió y lo miró de nuevo con gesto pensativo-. Esta bien, supongamos que te creo que estas “pensando”, ¿qué es?- preguntó mientras él delineaba sus labios con sus dedos.
-Tengo miedo de perderte- dijo el alfa y él frunció el ceño. Rubius tenía miedo de tantas cosas, de quitarse la careta del playboy de la Universidad, de regresar como sólo el alfa que se había enamorado de un omega, el que estaba dispuesto a tomar las riendas de la empresa de sus padres, el que quería casarse y formar un familia.
¿Cuáles eran los planes de él? ¿Qué haría después de la Universidad? ¿Querría que los vieran juntos en la Universidad los últimos días antes de la graduación? ¿Y después que…? Si le pedía que se casara con él… ¿Lo rechazaría?
-Rubén- lo llamó, haciendo que el alfa retomara su atención en él-. No puedes perder aquello que te necesita para vivir… no seas tonto Doblas, no te desharás de mi tan rápido- bromeó ligeramente mientras él sonreía, aún temeroso.
-Promételo- insistió él y Vegetta se torno serio.
-Lo juro…- contestó antes de besarlo, el pánico le estrujaba el estomago, era el novio de Rubén Doblas… ¿Cómo había pasado eso? ¿Cómo reaccionaria la mayoría de la población estudiantil, ante la despedida del soltero “más cotizado”? No lo sabía pero, hablando claro, tampoco le importaba mientras estuvieran así, juntos… amándose de todas las formas posibles.
Esas palabras le dieron el valor que él necesitaba para darle su último regalo.
Rubius se levantó de la cama y fue hasta su pantalón, miró a Vegetta antes de sacar un pequeña caja. El omega dejó de respirar mientras el temor bailaba en los ojos de Rubius, fue hasta la cama de nuevo y se sentó al lado del omega, tomándole las manos.
-Todos piensan que te pediré que te cases conmigo- murmuró mientras él nerviosismo de Vegetta se convertía en enojo y alejaba sus manos.
-Y esto es para hacerlo más real- espetó girándose para quedar sentado dándole la espalda, se reprimía por haber pensado en estupidas fantasías.
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🔞Acuerdo Perfecto🔞
FanfictionEllos llegaron a un acuerdo, parecía que los beneficios mutuos eran suficientes, ninguno de los dos se imaginó más de lo estipulado. Jamás pensaron en ello, no se conocían, al final era solo un buen trato, una solución para sus problemas. ¿El mejor...