-Rubius- susurraba Alex, después de dos toques a la puerta.-¿Vegetta?- volvió a susurrar sin obtener respuesta, había decidido entrar pero se encontró con que la puerta tenía seguro, casi soltó una risita pícara al pensar en el porqué su hermano pondría el cerrojo.
-Rubius- volvió a insistir, aún cuando odiaba molestarlos, su mamá había pedido que los despertara para recibir a Auron.
-Rubius, Vegetta- murmuró con toques leves.
Vegetta se revolvió al escuchar su nombre, tardó segundos en enfocar su atención y despabilarse para oír a Alex llamarlos desde afuera.
Casi sonrío al mirarse tumbado en el pecho de Rubius, aún en el sofá. La verdad es que tenía demasiado sueño, aquella amenaza de que no dormiría mucho la noche anterior, había sido cumplida, lo cuál le hizo sonreír y sonrojarse tenuemente. Se levantó y se pusó el suéter y su ropa interior mientras abría levemente la puerta.
-Buenos días, Alex- susurró asomando la cabeza, Alex sonrío al verlo y más aún, al notar su ropa del día anterior.
-Buenas tardes, diría yo, Vegetta. Pasan del medio día, pero es sábado, así que da igual- se encogió de hombros, restándole importancia, mientras Vegetta se sonrojaba.
-Lo siento, no quiero molestar…supongo que el flojo de mi hermano aún está dormido, pero mamá pidió que los despertara mientras ellos iban por Auron y Moni- susurró a la par que Vegetta asentía, no podía creer que hubiera estado hasta tarde aún recostado.
Alex se despidió con la mano mientras Vegetta cerraba la puerta.
-Sr. Perfección, ¡levántese ya!- murmuró al oído de Rubius sentado en la orilla del sofá.
-¿Seguimos con el mismo tema?- Inquirió con una tenue sonrisa.
-No, me ha quedado claro tu punto de vista- respondió Vegetta ocasionando que Rubius ría tenuemente.
-Tus padres ya fueron a recibir a tu hermano, debemos estar listos para cuando vuelvan- le informó Vegetta, recogiendo la ropa tirada.
-A Auron no le molestara si aún nos encuentra dormidos- murmuró con los ojos entrecerrados.
-Rubén- llamó Vegetta mientras tomaba un cambio de ropa para ducharse.
-Tengo sueño- susurró él contra el sofá.
-Ah, ¿y yo no?- dijo Vegetta en forma irónica-. Tu fuiste él de la idea de que la noche fuera demasiado agitada- le recordó, provocándole una sonrisa.
-Ey… ¡es sólo mi buena disposición a cumplir el acuerdo!- se burló mientras le sonreía pícaramente.
-Y yo, como buen novio, te digo que tienes que levantarte para recibir a tu hermano- ordenó mientras se dirigía al cuarto de baño.
-Okey, okey- murmuró Rubius mientras Vegetta cerraba la puerta.
Después de ducharse, Rubius se dirigió al baño con sus ropas en la mano. Aún cuando el sexo entre ellos se estaba volviendo algo definitivamente bueno, sentían como si fueran dos desconocidos, actuando furtivamente. ¿Era excitante? Si, pero penoso también, aún esquivaban miradas mientras se dirigían a bañarse o se terminaban de cambiar.
Vegetta estaba peinando su cabello, preparándolo para colocarle el gel, cuando se le escapó un bostezo desganado que hizo que Rubius sonriera, provocándole un bufido.
-¿Te ríes de tu delito? ¡Criminal!- acusó y Rubius le sonrío.
-Oh, si... Me declaro culpable- aceptó con una sonrisa ladina mientras se acercaba a él, Vegetta se sintió nervioso, y a la vez deseado. Rubius lo miraba como nadie lo había mirado jamás, y su contacto, cada vez era más desconcertante. Su sóla cercanía, erizaba su cabello.
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🔞Acuerdo Perfecto🔞
FanficEllos llegaron a un acuerdo, parecía que los beneficios mutuos eran suficientes, ninguno de los dos se imaginó más de lo estipulado. Jamás pensaron en ello, no se conocían, al final era solo un buen trato, una solución para sus problemas. ¿El mejor...